Pues sí, otro objetivo conseguido. Ahora la cifra va aumentando de tamaño gracias a todos vosotros que un día decidísteis escuchar a un tipo que iba con un libro, llamó a vuestra puerta y os explicó que sus intenciones no eran más que hacer llegar no sólo esta novela, sino toda la trilogía a cuantas más personas mejor.
Hoy, ha sido Irene. Una simpática chica de Pamplona (concretamente de Zizur Mayor) que ha decidido echarme un cable y acceder a la lectura de "Soy un gusano".
En cierto modo, Algo dentro de mí me decía que este ejemplar sería fácil de distribuir. Sentía una especial ilusión por conocer a la persona que lo iba a adquirir.
Serían las cuatro de la tarde. El número 999 ya lo había adquirido un vecino del barrio de adosados. El sol, en Navarra y a esas horas, caía a plomo. No obstante, se agradecía un viento que conseguía paliar, sólo en parte su azote.
-¡¡¡Ringg!!!
- ¿Sí? ¿Quién es?
- Hola, buenas tardes, soy Sergio, un escritor que está promocionándo su primera novela y ando buscando gente que le interese la lectura. No sé si es el caso.
- No, no, gracias. No me interesa.
Es lo que tienen los porteros automáticos. Con ellos, nos es más fácil desprendernos de visitas inesperadas y normalmente fuera de contexto.
El caso es que trasncurrían los minutos y las llamadas a pisos seguían siendo infructuosas. No obstante, sentía que sería fácil encontrar a la persona que se interesaría por el número 1000.
Nada más lejos de la realidad:
En una de éstas, una vecina del barrio accedió a escuchar mi relato, y mis intenciones. Tras comentarle que se trataba de un ejemplar especial, creí,con ello, haber dado en el clavo. El caso es que esta vecina, que por cierto no transmitía la mayor de todas las simpatías, después de haberme escuchado de forma paciente, (la charla se ha acercado a unos cinco minutos de reloj) me ha dejado bien claro que no le interesaba. Sí, por supuesto que leía, pero que no tenía intención de aquirir un ejemplar. Ni de ayudarme con el ejemplar número mil, ni nada de nada.
En esa ocasión me he quedado sorprendido, quizás todo ello, sólo gracias a mi culpa y al deseo e impulsividad de llegar cuanto antes a tan ansiada meta. Todo esto no hace más que indicarme una vez más de que vivimos en un mundo muy complejo, difícil y arduo, y que muchas veces únicamente nos queda esa pequeña luz, vocecilla, gusano, o vete a saber qué leches, que nos dice, ánimo que estoy aquí, todavía lejos pero se puede, créeme que SE PUEDE.
Entonces, haciendo más caso a ese SE PUEDE, y, por supuesto, relegando ese NO ME INTERESA a la pantalla del pasado y deslizándola lo antes posible a la máquina del olvido, proseguí con mi tarea.
Entonces, tras varios intentos más, Irene salió a recibirme y la conversación que mantuvimos se me antojo del todo agradable, y enriquecedora (todo lo contrario a la anterior). Está claro que siempre, aunque nos encontremos a cientos de personas malhumoradas, desagradables, con carácter hiriente, depresivas y asqueadas de su paso por la vida, siempre, por suerte, también existen muchísimas personas como Irene que hacen, con su carácter abierto, que todo esto bien valga la pena. Que nuestro paso por la vida sea más agradable. Desde aquí te envío un saludo.
Para mí hoy es un día especial y desde aquí quiero agradecer a Irene, también a Irantzun y a su madre por la agradable charla, a los que me animáis a seguir con vuestros comentarios y críticas de la novela, a los que habéis adquirido los otros dos volúmenes "Dos cabezas de alfiler" y "Consciencia". A Carmen de Burgos (foto Diario de Burgos), A Fernando de Vitoria (número 500), a Onda Cero, a Diario de Burgos, y a Diario La Rioja.., en definitiva a todos los que, con vuestra actitud, habéis decidido valorar en estos meses el trabajo que supone esta peculiar difusión de las tres obras.
Ningún momento mejor que hoy para decir:
¡¡¡¡MIL GRACIAS!!!!
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Irene con el ejemplar nº 1000 |
En cierto modo, Algo dentro de mí me decía que este ejemplar sería fácil de distribuir. Sentía una especial ilusión por conocer a la persona que lo iba a adquirir.
Serían las cuatro de la tarde. El número 999 ya lo había adquirido un vecino del barrio de adosados. El sol, en Navarra y a esas horas, caía a plomo. No obstante, se agradecía un viento que conseguía paliar, sólo en parte su azote.
-¡¡¡Ringg!!!
- ¿Sí? ¿Quién es?
- Hola, buenas tardes, soy Sergio, un escritor que está promocionándo su primera novela y ando buscando gente que le interese la lectura. No sé si es el caso.
- No, no, gracias. No me interesa.
Es lo que tienen los porteros automáticos. Con ellos, nos es más fácil desprendernos de visitas inesperadas y normalmente fuera de contexto.
El caso es que trasncurrían los minutos y las llamadas a pisos seguían siendo infructuosas. No obstante, sentía que sería fácil encontrar a la persona que se interesaría por el número 1000.
Nada más lejos de la realidad:
En una de éstas, una vecina del barrio accedió a escuchar mi relato, y mis intenciones. Tras comentarle que se trataba de un ejemplar especial, creí,con ello, haber dado en el clavo. El caso es que esta vecina, que por cierto no transmitía la mayor de todas las simpatías, después de haberme escuchado de forma paciente, (la charla se ha acercado a unos cinco minutos de reloj) me ha dejado bien claro que no le interesaba. Sí, por supuesto que leía, pero que no tenía intención de aquirir un ejemplar. Ni de ayudarme con el ejemplar número mil, ni nada de nada.
En esa ocasión me he quedado sorprendido, quizás todo ello, sólo gracias a mi culpa y al deseo e impulsividad de llegar cuanto antes a tan ansiada meta. Todo esto no hace más que indicarme una vez más de que vivimos en un mundo muy complejo, difícil y arduo, y que muchas veces únicamente nos queda esa pequeña luz, vocecilla, gusano, o vete a saber qué leches, que nos dice, ánimo que estoy aquí, todavía lejos pero se puede, créeme que SE PUEDE.
Entonces, haciendo más caso a ese SE PUEDE, y, por supuesto, relegando ese NO ME INTERESA a la pantalla del pasado y deslizándola lo antes posible a la máquina del olvido, proseguí con mi tarea.
Entonces, tras varios intentos más, Irene salió a recibirme y la conversación que mantuvimos se me antojo del todo agradable, y enriquecedora (todo lo contrario a la anterior). Está claro que siempre, aunque nos encontremos a cientos de personas malhumoradas, desagradables, con carácter hiriente, depresivas y asqueadas de su paso por la vida, siempre, por suerte, también existen muchísimas personas como Irene que hacen, con su carácter abierto, que todo esto bien valga la pena. Que nuestro paso por la vida sea más agradable. Desde aquí te envío un saludo.
Para mí hoy es un día especial y desde aquí quiero agradecer a Irene, también a Irantzun y a su madre por la agradable charla, a los que me animáis a seguir con vuestros comentarios y críticas de la novela, a los que habéis adquirido los otros dos volúmenes "Dos cabezas de alfiler" y "Consciencia". A Carmen de Burgos (foto Diario de Burgos), A Fernando de Vitoria (número 500), a Onda Cero, a Diario de Burgos, y a Diario La Rioja.., en definitiva a todos los que, con vuestra actitud, habéis decidido valorar en estos meses el trabajo que supone esta peculiar difusión de las tres obras.
Ningún momento mejor que hoy para decir:
¡¡¡¡MIL GRACIAS!!!!
Oso Ondo sergi!!!
ResponderEliminarQ bien el numero 1000!!! Ya me alegro!!!
Zorionak eta jarraitu horrela!!
enhorabuenaaaaa y... a por lo 2.000!!!
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