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LECTORES PROTAGONISTAS



14.000 libros distribuidos. Oyón 27-10-22


Con Sarai, lectora protagonista número 14.000
Sucedió en Oyón el martes 25 de octubre cuando, tras la pausa -Covid-19- en esto de conocer lectores por aldeas y ciudades, Sarai me abrió la puerta para decir:

Sí, sí que leo.

Lo hizo al saber el porqué de mi llamada. Y fueron palabras mágicas. Palabras buscadas, añoradas y colmadas de gratos recuerdos. De esas que no se esconden; que nacen de una espontánea y tal vez desequilibrada naturalidad porque, todo hay que decirlo, entablar una conversación con un tipo que se presenta en tu domicilio con un libro bajo el brazo, tiene su aquel.

Pero yo lo sigo repitiendo en muchas de mis presentaciones. Porque aquel escritor errante -el que desconocía confinamientos generalizados-, el que deambulaba por las calles deseoso por conocer lector@s, recopiló una curiosa radiografía en su recorrido antes de estallar la dichosa crisis pandémica. Era la radiografía de la sociedad creada hasta aquel entonces.

Aquella mañana de martes iba un tanto acongojado al deambular por las aceras de una de las barriadas de Oyón. Lo iba por eso de saber que, si en aquellos tiempos -llamados de normalidad- estábamos neuróticos por ese frenético ritmo societal adquirido a marchas forzadas, es ahora cuando todo, definitivamente, ha ido a peor.

O eso es lo que nos cuentan los noticiarios.

Con todo, no hay más que alzar la vista para comprobar que la gente, en términos generales no callejea ya por sus lugares parapetados tras gasas de celulosa.

Ahora hay incluso gente que sonríe. Y lo hace al saber de primera mano que aquel que osó llamar a su puerta es un literato que continúa en ese empeño de conocer a sus lector@s.

Ni que decir tiene que me satisfizo sobremanera encontrarme con el espontáneo carácter de Sarai, profesora de primaria en una de las localidades que abundan en La Rioja que, pese a ser lectora de novela, pronto se interesó por la narrativa infantil de Literaria Kalean, literatura en la calle.

Quiero este, expuso de pronto, refiriéndose al segundo volumen de "La Rioja y sus pueblos entre cuentos".

Y fueron esas mágicas palabras las que la convirtieron en la:

lectora-protagonista número 14.000

¿A que, de primeras, suena a cifra insignificante? Pues no lo es. De ningún modo lo es, os lo aseguro.

Y, sin embargo, hoy es un nuevo comienzo. Los horizontes se ven más nítidos asentado sobre esta confluencia de lectores que desde muchos rincones me siguen diciendo:

Sergio, se puede. ¡Claro que se puede!

Y lo dicen sabedores de crisis pandémicas que derivan en confinamientos, sabedores de conflictos alejados -porque también los sigue habiendo en muchos puntos del planeta- y sabedores de guerras que se nos ciernen rezumando crisis por descubrir.

Sarai, así como algunos vecinos más de su barriada, me lo ha vuelto a dejar claro. Pese a que todo vaya en contra, si realmente llegas al nivel de la convicción, no hace falta más que remangarte e ir por ello.

"Juntos sin fronteras" sirvió de obsequio. Qué menos. Con lectores especiales los remilgos tienden a desaparecer. Además, me gusta que gente con mentalidad abierta se inmiscuya en relatos que van a contracorriente y huyen despavoridamente de los dictados de un mercado editorial que, en fin...


Y es que resta decir que "Juntos sin fronteras" se inmiscuye en ese tipo de historias que nos dicen que, pese a los conflictos, las crisis y una depauperación tan inquietante como inminente, un mundo mejor es posible.

De momento, yo sigo en esos empeños.

Gracias Sarai, lectora protagonista número 14.000





13.000 libros distribuidos. Logroño 5-09-2021


Con Inma, lectora-protagonista número 13.000
Ni que decir tiene que no soy un autor con cientos de miles ni de millones de copias de libros vendidos, pero desde hace mucho tiempo tengo muy claro que resulta un enorme privilegio toparme con un nuevo lector que desea sumarse a esta increíble historia de literatura errante.

Una literatura que desde la primera de mis novelas ha decidido buscar con ímpetu a sus lectores. De puerta en puerta por diferentes ciudades hasta la llegada del Covid.
Y este verano, con más ganas que nunca por volver a arrancar, hemos acercado la literatura riojana a varios municipios de La Rioja de la mano de Literaria Kalean, con la colaboración de Fademur y los mercados de Redmur. Ambos con su afán de poner en primer plano el más que relevante papel de la mujer en el ámbito rural actual.

Pero a lo que iba. Para mí esta entrada es especial. Lo es, porque como muchos sabéis, cada vez que me encuentro ante el lector que hace un nuevo millar, suelo hacerme una foto con él o ella. Y eso es lo que volvió a ocurrir el día de ayer en el mercado mensual organizado por Redmur, en la ciudad de Logroño.

Inma, trabajadora en uno de los establecimientos afincados en la Gran Vía, se aproximó un tanto apurada al puesto por eso de ir con prisa. Sin embargo pronto entablamos una grata conversación y tras indicarle brevemente la sinopsis de La criadora, no tardó en decidirse por una copia de mi décima obra publicada.

Y el caso es que, tal y como le hice saber tras respirar profundamente y deleitarme con el momento, no se trataba de un ejemplar cualquiera. Era el número 13.000. Sí, trece mil. Con mayúsculas también: TRECE MIL.

Aunque sé de sobra que aún navego sobre ese mar creado por ingentes cantidades de negativas, ocurre siempre que te remangas y decides promocionar tus libros, que sigues hallando a nuevos lectores; y es un honor saber de primera mano que has mantenido conversaciones con casi todos y cada uno de ellos. Y por supuesto, resulta mágico dedicar afanosamente cada título elegido.

Porque, a fin de cuentas, de esto va la cosa. Sobre todo desde aquel día que me encontré con la primera persona que se interesó por mi poco ortodoxo proceder en el mundo de las letras.

Algo me decía con entusiasmo que ese era el camino, y hoy, con firmeza, puedo decir que bien está mereciendo la pena.

Inma me lo ha vuelto a demostrar.

Ahora todo toma mayor base con la creación de Literaria Kalean, literatura en la calle, porque junto con Ainara, ilustradora y licenciada en Bellas Artes, ambos formamos un magnífico tandem que aferra con fuerza ese testigo empeñado en aproximar la literatura a la gente.

Gracias Inma, por aproximarte al puesto y sumarte a esta historia para convertirte en la lectora-protagonista número 13.000.

Y por supuesto, tras hacerse con "La criadora", Inma se llevó como obsequio un ejemplar de mi obra de no ficción:


Qué menos.



 12.000 libros distribuidos. Miranda de Ebro 17-09-19



Con Chema, lector protagonista número 12.000


Con pequeños pasos, pero firmes y constantes deambulaba el martes de esta semana por la localidad de Miranda de Ebro, a eso de las últimas horas de la tarde con la intención de poner cara al lector número 12.000 de esta historia.

Recuerdo que fue un día de calor intenso, caracterizado por un bochorno pegajoso y cargado de numerosas negativas que se sumaban a ese mar por el que tiendo a navegar.

Así pues, siempre con la intención de dar a conocer mis obras continuaba tocando puertas, recibiendo "noes", repartiendo tarjetas que hacían referencia a este blog, exponiendo mis intenciones, eludiendo malos gestos, caras despectivas y comentarios que poco tienen que ver con lo que busco para toparme con algún que otro lector más. Todo ello tras haber conocido hacía pocos minutos a la lectora número 11.999.
Y es que era la siguiente. La siguiente puerta que se abriera. La siguiente persona que se presentara con mentalidad abierta, la que tomaría forma de ese lector especial. La siguiente.

Abordado por esa inquietud creciente, conseguí entrar en un nuevo portal y pulsé el botón del ascensor. Éste, al abrirse me ofreció a una pareja que venía cargada con las bolsas del súper. Saludos formales y un silencio que quise romper presentándome como autor que da a conocer sus obras personalmente. La consabida negativa preliminar y ofrecimiento de cartulina impresa.


No obstante, antes de salir y de despedirnos, el hombre pronuncia las palabras mágicas:

y... ¿de qué va el libro?

Sonrío esperanzado. Salimos al rellano. Las bolsas se recogen. El hombre me atiende y su rostro se va configurando como lector interesado.


Chema, que así se llama él, hojea el libro con sus manos. Su interés comienza a crecer hasta que las palabras mágicas siguen brotando para concluir y configurarse como el lector protagonista número 12.000.

Él se interesó por mi obra de no ficción "¿Y por qué no?". Sin embargo, por tratarse de un número especial y tal y como acostumbro a hacer, le obsequié, qué menos, con otra de mis obras:


De este modo, este escritor errante se ha encaramado a su último peldaño con la ilusión de otear nuevos horizontes. Entiendo que mis pasos siguen siendo pequeños, pero barnizados por la bonita e imperecedera fuerza de la tenacidad. Es tarde. Los rayos del sol cada vez más horizontales comienzan a dar paso a las luces de las farolas. No hace frío y comienzo a recordar, no solo las negativas que se han sumado al mar sobre el cual navego, sino también a los lectores del día de hoy. Hay uno entre todos ellos que me hace reflexionar. Él se llama Leandro. En esa ocasión no tuve que llamar a su puerta. Un cartón sobre la acera me hizo saber que era palentino y que andaba sin recursos. Y no era del todo cierto porque él leía. Leía sentado ante la puerta del supermercado. Lo hacía indiferente al paso de las personas que le miraban con indiferencia.

Inmerso en un su lectura. Un libro viejo, de letra pequeña y arrebujado entre sus cuadradas manos acostumbradas a laborar bajo el sol.

La casualidad hizo que el camino me llevara hasta un portal próximo a él. Con miradas esquivas observé su porte y, sabiendo que se trataba de un lector más, le pregunté por su nombre y él me regaló hasta sus apellidos.

Rúbrica:

"Gracias Leandro por formar parte de esta historia"

Había conocido a un lector más; de esos que vale la pena conocer. De esos que te miran con una desgastada sonrisa de agradecimiento y te dicen con brillantes ojos que sí. Que va a leer "¿Y por qué no?"

Sumido en esos pensamientos llego a casa, abro el correo y me encuentro con un mail de Itxaso, una profesora que había conocido hacía unas horas. Una lectora más. Su mensaje concluye con las siguientes palabras:


[...]Te diré que, nada más hacerme con el libro, le eché un ojo. Y acto seguido me puse a leer una de tus anécdotas. Me está gustando!! Es fresco y ameno. 
Y me ayuda a salir de mi mundo de lecturas educativas.
Te deseo energía para seguir el camino que andas y que no pierdas la Ilusión por tus proyectos.
 Sigue haciendo lo que haces y GRACIAS POR DARTE A CONOCER!!
Saludos.

Una nueva sonrisa se modela en mi rostro.
Doce mil. Doce mil. Doce mil... Gracias Chema. Un abrazo.

Gracias Leandro.

Gracias Itxaso por esas energías que sirven para seguir forjando
un sueño que se consolida cada día.



11.000 libros distribuidos. Algorta 14-01-19 



Con José Antonio, lector protagonista
número 11.000
Y no es casualidad que me haya acercado hasta la localidad vizcaína de Algorta para conocer al lector protagonista número 11.000. 

Tal y como hice saber a José Antonio, cuando abrió la puerta de su casa y se sorprendió al ver que un escritor promocionaba sus obras de esa peculiar manera, mi próxima publicación tendrá como protagonista a una vecina de esa localidad.

Una vecina ficticia, es cierto. Pero su consabida historia proviene de este discurso social tan neurótico y gris que tanto y con tanto énfasis nos empeñamos en crear. 

Hace ya unos meses, inmerso en este periplo de dar a conocer mis obras por diferentes comunidades, provincias y ciudades, me encontraba viajando en el metro de Bilbao, sentado en uno de sus vagones y mirando distraídamente por la ventana. Los derroteros que brotan de este deambular hicieron que mi destino, aquella vez, fuera Algorta, localidad situada sobre los arenales de Ereaga y Arrigunaga. Ocurrió que, cuando el alargado vehículo se detuvo, pude observar uno de los mensajes de uno de los numerosos andenes que estructuran la línea 1. Luego imaginé una escena. Observé entonces a los pasajeros y, a partir de ese día, esas ideas que germinaron y fueron tomando fuerza, fueron trasladándose hasta mis dedos para dar lugar a esta nueva obra que se ha colado entre los inéditos que tengo en mi haber.


"Sé que me ves" es una novela dura que debería hacernos reflexionar sobre los aspectos que dan forma a nuestras realidades. Y estoy encantado de haceros saber que, en breve tiempo, estará en muchas de las librerías del país. ¡Cómo suena eso! ¿Verdad?

Y lo estará gracias sobre todo a los varios miles de apoyos recibidos en todo este tiempo de deambular de aquí para allá, con el fin de dar a conocer mis obras a los lectores. 


Aquella tarde de un buen día de la semana anterior, tal y como decía, José Antonio, tras mi llamada, me comentó que sí que leía. De seguido escuchó con atención mi relato e incluso llamó a Cruz, su pareja, para que también supiera de mi proceder. 


Pero hay una condición -expuse al saber que José Antonio se interesó por ¿Y por qué no? -Como es un número especial, quiero que sepáis que siempre me suelo hacer una foto con el lector. En este caso con el lector número 11.000. Un poco para documentar y dar base a esta historia. 


Y fue  así como Cruz nos hizo la foto que ilustra esta nueva entrada que se abre en esta increíble historia.

Cruz y José Antonio, como no podía ser de otra manera, se llevaron de obsequio el libro infantil y solidario "Bizkaia y sus pueblos entre cuentos/ Bizkaia eta bere herriak ipuin artean".
¡Qué menos!

Y ese día de primeros de año una amplia sonrisa comenzó a caracterizar mi semblante a la vez que iba llamando a las puertas colindantes, a los pisos inferiores y a los portales vecinos. Porque ahora no importaban tanto esos "noes" que se iban presentando. Estos volvían a caer. Lo hacían por defecto hasta ir a parar a ese mar creado por ingentes cantidades de negativas. Sobre él seguía navegando yo. Con esa nueva sonrisa. Porque todavía no se avistaba. Pero en mi mente una luz brillaba con soberana fuerza:
"Ahí está, Sergio. Ya lo veo. Se encuentra cerca. Muy cerca. Ya atisbo tierra firme". Decía.


Gracias Cruz, gracias José Antonio, porque vuestra disposición y abierta mentalidad os han llevado a formar parte de esta historia. 



 10.000 libros distribuidos. Haro 16-05-18


Con Nuria, la lectora protagonista número 10.000
¿En qué aldea, pueblo, municipio o ciudad conoceré al lector/a protagonista número diez mil?

Esta pregunta llevaba tiempo rondando por mi cabeza, a la vez que mi trayectoria como escritor errante me obligaba a recibir portazo tras portazo, negativa tras negativa y, por supuesto, a conocer más personas de mentalidad abierta de las cuales muchas eran ávidos lectores. Lectores protagonistas que van dando forma a esta increíble historia. 

Nueve mil novecientos ochenta, ochenta y uno... Nueve mil novecientos noventa, noventa y uno, noventa y dos...

La tercera edición de mi sexta publicación "¿Y por qué no?", iba pasando de mano en mano y el número 10.000 se aproximaba con sus consabidas dificultades, con sus obstáculos y su pesada lentitud. 

Pero poco importaba eso porque el miércoles 16 de mayo, tras levantarme, lo tuve claro desde un primer momento. Hoy no cogeré el coche. Hoy no me alejaré de Haro como siempre acostumbro a hacer. En esa ocasión hablaría con mis convecinos. ¿Y por qué no? ese día era significativo. Era simplemente especial. 

Así pues, tras salir del portal de mi casa, deambulé con algunos ejemplares en mi zurrón por las calles de la ciudad jarrera y, digámoslo así, me dejé llevar por la corriente de un nuevo optimismo que me indicaba los pasos que debía dar, el edificio que debería elegir y los timbres que fui pulsando... 

Muchas puertas cerradas, negativa tras negativa, algunas tarjetas que se entregan tras presentarme como vecino escritor que busca lectores. Caras arrugadas, miradas despectivas. No, no, no... 

Ahí no se encontraba el lector protagonista número 10.000. No. 
Nueve mil novecientos noventa y ocho. 
Una amable mujer me invita a entrar en su casa. 
Sonríe, nos dirigimos al salón. Nos sentamos. Le cuento, me cuenta. Reímos. Una generosa charla. De las que cuestan encontrar. De esas que no siguen la norma. La mujer, que se acerca a la ochentena, no se deja influir por las burbujas de la absurdez. ¡En los tiempos que corren ha dejado entrar en su casa a un auténtico desconocido! Luego de la entrañable charla, y con las pilas cargadas, nos despedimos con un par de besos. 

Nueve mil novecientos noventa y nueve.
No. Tú no. 
No quieres saber nada de esta historia. No...

Un nuevo timbrazo se añade a los anteriores. 
Esta vez la puerta se abre y tras ella aparece una mujer. Me presento. Sonríe intrigada.

¿Y lo has escrito tú? Paula lee pero está enfocada en un determinado género. Pero ahí no queda la cosa. Su hija adolescente, me cuenta, desde pequeña quiso ser escritora. Me alegra escucharlo, por lo poco frecuente. La charla se alarga mientras me enseña con gran orgullo, trabajos de Nuria. Gran lectora y futura escritora jarrera. Ella lo tiene claro. Paula se decide al fin: quiere "¿Y por qué no?". 
Sonrío. Lectora y con una hija adolescente que escribe. 

¿Podía haber encontrado mejor lectora protagonista número diez mil?

Hay una cosa más, por tratarse de un número tan especial, ¿te atreverías a hacerte una foto para dar luz a este momento?
No, eso no. Eso de salir en las fotos no va conmigo. Si quieres te sacas con Nuria cuando llegue. 

Y el caso es que la casualidad hace que Nuria llegue. Repetimos el relato una vez más. Pero no importa. La sorprendida chica, fascinada desde siempre con la literatura, atiende con entusiasmo. 

Te voy a copiar la idea, oigo decir entre risas. Nuria accede a sacarse la foto con este "tipo loco" que decidió un buen día hablar con sus lectores.


Salgo del portal, piso la calle de la Capital del Rioja con una amplia sonrisa. Y ahora mi calzado no presiona las baldosas de las aceras, en su caso, voy subiendo peldaños.

Mil lectores, dos mil, tres mil, cuatro mil, sigo subiendo, siete mil, ocho mil, nueve mil. Y finalmente llego a casa. Un último escalón. Desde él, oteo nuevos horizontes. Allí descubro nuevos lectores, más proyectos en la recámara...

Gracias Paula, gracias Nuria por sorprenderme. 
Por..., a tu edad, querer romper la norma. 

Gracias una vez más por que sé, algo me lo dice bien fuerte, qué un día me dedicarás uno de tus libros. 



9.000 libros distribuidos. Burgos 25-01-18


Con Jaime, lector protagonista número 9000
En este país no se puede vivir de la literatura. No. 
Ahora se lee solo en digital, en pantallas, en formato electrónico. 
El libro en papel está desapareciendo. 
Un alto porcentaje de personas no leen nunca o casi nunca. No. 
Qué te crees tú, ¿que te van a abrir la puerta? No. 
Hoy nadie se preocupa por los libros. No. 
No me interesa. 
Me has despertado a los niños. No. 
¿No hay otra manera de hacerlo? No. 
No tengo tiempo. No. 
Yo, como buen español, el periódico y nada más. No. 
Un perrillo me muerde el pie. No. 
Yo nunca he leído un libro. 
¿En qué cabeza cabe atender la puerta con un cuchillo en la mano? No. 
¿Por qué no habla? No. 
No me interesa. 
¿A qué vienen esas caras arrugadas? 
¿Por qué tanto miedo? No. 
Ya soy demasiado mayor para leer. No. 
¿Puedes venir otro día? No. 
No. No. No...

Gradualmente, un grandioso océano, continúa formándose bajo mis pies.

Y mientras eso sucedía, el pasado jueves en Burgos, caminando entre edificios y esquivando copos de nieve que ya no eran de un puro color blanco, sino tan grandes y tan negros como lo pudieran ser los más sinestros córvidos que se empeñaban en caer de forma constante desde el cielo, debido acaso a una repentina congelación, escuchaba el rodar amplificado de las ruedas de los coches al transcurrir por la carretera que discurría entre edificios tenebrosos.
Mis pies se hundían sobre la mullida capa de plumas negras y cuerpos congelados de cuervos inertes.

Al rato, vuelvo a llamar. Un nuevo timbre. Con todo, mi mente continúa con su soniquete:

No. No estamos interesados. No. 
Aquí no leemos. 
No, no tengo tiempo.

La puerta se abre y un hombre desconocido coge el libro con sus manos. Acto continuo lo hojea, escucha y sonríe.
Jaime quiere saber más y me solicita un ejemplar dedicado a su nombre. 

Y fue a esas primeras horas de la tarde de un frío 25 de enero, cuando Jaime se convirtió en el lector protagonista número 9000 de esta increíble historia, . 

Jaime adquirió un ejemplar de ¿Y por qué no? y, de regalo, recibió el libro infantil y solidario "La Rioja y sus pueblos entre cuentos. Vol.1", para su sobrina Miriam.

Llamé a más puertas en aquel portal. Luego de ello salí a la gélida calle para seguir contemplando el calmoso bailoteo de esos gruesos copos y me introduje en otro edificio. Esta vez sonreía porque siempre tengo muy claro que no importa tanto lo que ocurra, sino la interpretación que tú mismo haces sobre lo que sucede. Y, en esta ocasión, el sol volvió a brillar con fuerza en mi cabeza, sobre ese ingente mar de "noes" encontrados.

Porque siempre sucede. Todos los días, por muy malas que sean las condiciones.

No cabe duda de que Jaime es un gran lector. Además posee gran riqueza mental y, lo más importante de todo, es que él es profesor de primaria en un colegio público de la ciudad. 

Gracias Jaime por tu predisposición y por tener la llave para cambiar, desde la base, este neurótico discurso social al que tanto se alaba.




 8.500 libros distribuidos. Arrigorriaga 28/10/17

Con Mª Jesús, lectora protagonista nº 8500 
Como  sabéis, cada vez que que doy con el lector número que hace los 500 para sumarse a esta historia, suelo hacerme una foto con él o ella y obsequiarle con uno de mis libros. 

Así pues, el jueves 28 de septiembre me encontraba en la localidad vizcaína de Arrigorriaga recibiendo un no tras otro, y, a su vez, tengo que decirlo, hablando con algún que otro lector que, además de escuchar mi relato, también se decidía a adquirir uno de mis ejemplares firmados de primera mano. Son estos los que me ayudaban a dar con el lector número 8.500.
 
Entonces, a eso de las 14:00 horas de aquella tarde, Mª Jesús abrió su puerta tras mi llamada. Esta entrañable señora, una vez me hube presentado como autor que además de escribir promociona sus obras entablando conversaciones con sus lectores, se interesó inmediatamente por el libro que tenía entre mis manos. 

Mª Jesús lo hojeaba mostrando cierto interés y, en lo que dura medio minuto, ya se había convertido en esa lectora protagonista número 8.500 que ayuda a afianzar todo este recorrido.

Los dos posamos felices en la foto que dio lugar en el salón de Mª Jesús y que ilustra esta nueva entrada. 

Lo hacemos con el volumen que adquirió tras mi presentación "¿Y por qué no?" y, como obsequio el libro infantil y solidario "Bizkaia y sus pueblos entre cuentos.Vol.1" que lo leerán, tal y como me hizo saber, unos futuros grandes lectores: 
Arrate y Jon.

Cada día veo que resulta más gratificante observar que el peso de los miles de lectores encontrados tras las puertas es mucho mayor que esos "noes" que, como siempre digo, se convierten en los férreos escalones en los cuales se van posando mis pies, alcanzando, a su vez, mayor altura. 

Ahora lo veo cada vez más claro. Siempre será así. Pase lo que pase, cueste lo que cueste y pese a quien le quiera pesar. 

Muchas veces pienso en los comentarios recibidos. Hay momentos en que me recojo en mi rincón predilecto, los releo y en mi cara se modula una nueva sonrisa que me dice con firmeza: 

Sergio, no hay la menor duda; éste es el camino. 



8.000 libros distribuidos. Portugalete 12-7-17


Con Yara, lectora protagonista nº 8000
Ni que decir tiene que resulta muy difícil describir la sensación que se experimenta al despedirse con un apretón de manos y un par de besos a la lectora número 7999.

Cuando eso me ocurrió hace ya unos días, los "noes" volvieron a caer para seguir conformándose como esa férrea escalera que me impulsa a subir un nuevo escalón y otear un horizonte  esperanzador.

Entonces sí. Ese era el momento. Restaba encontrar la persona esperada. Quizá el siguiente timbrazo, la próxima puerta que se abriera me llevaría a conocer al lector o lectora número 8.000 de esta peculiar historia.

Pero, tal y como viene a ser costumbre, la corriente seguía fluyendo en contra y los "noes" continuaban apareciendo para proseguir acumulándose. Siempre lo hacen... sin tregua.
Y, lo más fabuloso de todo, es que eso ya no importaba demasiado.

De hecho, una premisa que desde el comienzo me acompaña, volvió a brillar  en mi mente:

"Sergio, nunca nadie te dijo que iba a ser fácil"

Sucedió el pasado miércoles 12 de julio en la localidad vizcaína de Portugalete cuando, a eso de las 14 horas y 20 minutos, toqué un nuevo timbre en una urbanización del municipio. Al no recibir respuesta pulsé de nuevo.
Acto seguido me giré para probar suerte en la puerta colindante.
Pero, de pronto, apareció, de repente, una mujer con su pequeña. Ellas pretendían entrar en el piso al que acababa de llamar.
Entonces, tras los tan habituales saludos formales, me presenté:

Soy Sergio  -exclamé con una creciente ilusión-, un escritor que está promocionando su sexta publicación y estoy buscando gente que le guste leer. ¿No sé si será el caso?

Bueno, leer sí que leemos -afirmó Ana, un tanto sorprendida por la inesperada visita.

Y fue ahí cuando les hablé de mi primer libro de no ficción "¿Y por qué no?", en el cual recojo curiosidades que, tras más de cinco años de andadura por diferentes ciudades, han sido seleccionadas de entre las miles encontradas, puesto que definen de manera acertada la lucha de un escritor desconocido que utiliza todas las alternativas que dispone, para darse a conocer en el difícil pero fascinante mundo de la literatura.

Tanto Ana como la pequeña Yara atendían con creciente entusiasmo, hasta que escucharon mis oídos, una vez más, después de haberlo hecho ya unas siete mil novecientas noventa y nueve veces, esas palabras mágicas.
Eran las que asentían, las que afirmaban, las que me hicieron sonreír de nuevo. Las que espantaron de la manera más efectiva los "noes" acumulados. Eran doradas palabras de ánimo que decían...: sí, lo decían alto y claro: ¡¡sigue adelante!! Así, sin miedo, con fuerza. Porque los sueños se pueden cumplir si realmente te remangas y te lanzas a por ellos.

Y esas palabras, que todo esto decían, brotaron de unos labios:

Queremos un ejemplar.

Entusiasmado, les dije a estas dos portugalujas, que se habían convertido en las lectoras protagonistas número 8.000 de esta historia que comenzó allá por octubre del año 2011. Y que debido a este número tan especial, les obsequiaría con el libro infantil y solidario "Bizkaia y sus pueblos entre cuentos. Vol.1"   Yara, a su temprana edad, era una futura gran lectora.


De seguido, Ana nos sacó una foto que encabeza esta entrada y pone cara a la lectora protagonista número 8.000.

Una vez de firmar los dos ejemplares y de despedirnos con varios besos de agradecimiento, continué, ya por la tarde, con esta dinámica que me llevó a acumular muchos más "noes" y a conocer algún que otro lector más.

Porque, en definitiva, de todo esto va la cosa. De caer, de levantarse, de sacudirse el polvo y de subir un nuevo escalón.



7.500 libros distribuidos. Santo Domingo de La Calzada 31-03-17


A lo largo de estos años lo he escuchado cientos de veces:

Introducirte en el mundo de la literatura, 
en los tiempos que corren, sin ayuda
 y sin ser conocido es tarea imposible. 

Y quizá sea cierto porque lo vengo comprobando día sí y día también. Pero como todos sabemos no solo está difícil sobresalir en este ámbito, sino en muchos de los que conforman nuestras realidades. Entonces, si la coyuntura actual se nos presenta de este modo, ¿por qué no proseguir con ese intento de lograr tus propios sueños? Gracias a ese empeño, en mi cabeza ha quedado grabada una idea:

 -Si algo te apasiona, adelante. Fuera excusas, ve a por ello-

Así pues, llevo ya más de cinco años haciendo lo que realmente me apasiona, escribir. Pero no sólo eso, también conociendo de primera mano a los lectores de mis libros.

A colación de lo dicho viene lo siguiente, porque, como muchos sabéis, cada vez que consigo conocer al lector que suma quinientos ejemplares más de mis novelas distribuidas, suelo obsequiar con una nueva publicación que da forma a mi antología y propongo hacerme una foto que documente esta experiencia.

Y fue así como el viernes pasado, a eso del mediodía, yo continuaba con la feliz idea de conocer a un nuevo lector o lectora que tuviera la decencia de escucharme, al menos. Y ocurrió que, en una de estas, Felisa abrió su puerta tras mi llamada y, de seguido, me presenté como escritor que iba en busca de lectores.

Sucedió en uno de los edificios de la localidad riojalteña de Santo Domingo de La Calzada.
Recuerdo que era una mañana típica de primavera. Los chaparrones caían con fuertes y frías gotas de lluvia. Luego, así como de pronto, el día se aclaraba para brillar nuevamente el sol y, tras todo ello, volver a llover de la manera más repentina.

Pero todo eso daba igual porque, pese a los numerosos "noes" que me iba encontrando, también yo proseguía con mi labor hasta que toqué, como digo, un nuevo timbre. Tras aquella puerta, Felisa, un tanto sorprendida por mi extraña presentación, me comentó que sí que leía. Es más, ella se interesó inmediatamente por el libro con el que me había presentado "¿Y por qué no?" y continué explicándole los pormenores de esta promoción.
Felisa me atendió atenta mientras hojeaba con sus manos el ejemplar a la vez que yo iba comprendiendo que me había topado con una nueva gran lectora.

Y esa magia que busco se originó de pronto, cuando esta mujer canaria residente en La Rioja, me dijo que sí que quería el libro dedicado.

Y fue en ese momento cuando se lo conté:

Tengo que decirte una cosa, expuse un tanto inquieto, mientras ella me escuchaba con curiosa atención este ejemplar es especial.

La mujer sonrió al rato, tras asimilar que se había convertido en la lectora-protagonista número 7.500 de esta historia y yo me despedí de ella, tras la foto que ilustra esta entrada, orgulloso de haber conocido de primera mano a esta nueva lectora.

De obsequio, tal y como decía, se llevó otro ejemplar dedicado a su nombre, de "La Rioja y sus pueblos entre cuentos.Vol.1".

Este es para niños con edades comprendidas entre los 6 y 12 años, recalqué.
No importa, lo leeré también encantada, recuerdo que dijo.

Como decía, tras despedirme de Felisa con un par de besos, proseguí con mi búsqueda de lectores en aquella mañana de primavera, para recibir, tal y como estoy acostumbrado, nuevos "noes" que iban cayendo sistemáticamente cada vez que conocía a gente que, como Felisa, se caracterizaban por poseer mentalidades abiertas, y que tomaban la decisión de leer uno de mis libros..

Seguí así, a sabiendas de que de eso trata la vida. De subidas, de bajadas, de puertas a las que llamar, de puertas que no se abren, de las que se abren para cerrarse de pronto y de las que se abren para recibirme con los brazos abiertos gracias a gente que sabe apreciar el esfuerzo que supone todo esto de perseguir tus sueños.

Gracias Felisa, por abrirme la puerta aquel día, por atenderme y querer formar parte importante en esta aventura que un buen día decidí emprender. No todos los días se halla tras los umbrales a la lectora número 7.500.

Hoy también me vienen a la memoria todos los lectores que lo hicieron en su día, me atendieron y decidieron leer alguno de mis libros. Son comentarios interesantes los que todavía atesoro porque de ahí proviene mucha de la fuerza que me invita a levantarme y a proseguir con esta historia errante por las numerosas calles y edificios que pueblan nuestras ciudades.
Gracias nuevamente por vuestro apoyo.

Como muchas veces digo:

-No sé hasta qué punto puede llegar un tipo con un libro bajo el brazo, pero lo que tengo  seguro, es que estoy muy interesado en averiguarlo-




 7.000 libros distribuidos. Pamplona 8/11/16


Con Aurora, lectora-protagonista número 7000
Como ya muchos sabéis, cada vez que logro conocer a quinientos lectores que se suman a esta promoción, me suelo hacer una foto y obsequiar con algún que otro libro a quien, tras mi llamada, decida adquirir el ejemplar con el que me presento. 

El día de ayer, martes, ocho de noviembre, me desperté cargado de unas ganas increíbles por conocer al lector o lectora número 7000. 
Sin duda alguna, iba a ser una gran jornada.
Para nada el día gris, el gélido viento, las frías gotas y las bajas temperaturas iban a ser un obstáculo. Además, por si fuera poco, tenía decidido acercarme hasta la ciudad de Pamplona. Sí, desde Haro, el desplazamiento dura una hora y media, pero la ocasión, todo hay que decirlo, bien merecía la pena.

Con todo, la experiencia me indicaba que la gente de allí no solamente leía, sino que también, algunos, hasta hacían caso a esos que un día decidimos perseguir nuestros sueños. 

Me presentaría ante los habitantes, como escritor que busca lectores, dispuesto a conocer y dedicar de primera mano a quien quisiera adquirir ese ejemplar número 7.000. 

Una vez con el coche en movimiento descubrí el camino lluvioso. Observé también que las primeras nieves ya se acumulaba en las sierras, disfruté después del intenso tráfico que imperaba en la ciudad y, al fin, logré aparcar el coche en una de las calles conformadas entre altos y desconocidos edificios. Una vez cargado con mis libros (entre ellos se encontraba el número 7.000), me apresuré por tomar un merecido café, para recomponerme del viaje. Tras ello me puse manos a la obra. 

La puerta del portal más cercano a la cafetería se abrió. Luego me llegué hasta el ascensor y subí al último piso. Entonces, ahora sí, comencé con mi labor de búsqueda de lectores. 

Sumados a la intemperie, al desplazamiento y al transcurrir de los minutos y las horas, los "noes" hallados tras las puertas se iban conformando como una gran losa a transportar.

Pero eso no importaba.

En mi cabeza brillaba, como siempre lo hace, la siguiente premisa:

Sergio, nunca nadie te dijo que fuera a ser fácil.

Y de esa manera fueron transcurriendo las horas, ofreciendo alguna que otra explicación, regalando tarjetas que muestran un enlace a este blog y recibiendo, literalmente, un portazo tras otro en las narices. 

Pero de pronto, a eso de las trece horas y media, una nueva puerta se abrió y Aurora apareció tras ella. La mujer, sorprendida en un primer instante,  me atendió de manera amable (también hay muchos que lo hacen, todo hay que decirlo). Pero no solo eso, Aurora escuchó atentamente la perorata que hacía referencia a mi historia como escritor que intenta hacerse un hueco en este mundillo y a esa sexta publicación "¿Y por qué no?" con la que me había presentado. 

Cuando hablas, recuerdo que me dijo con el libro entre sus manos, resultas muy creíble

Pocas veces habían escuchado mis oídos palabras similares.

Entendí que la magia de entablar una nueva conversación con una auténtica desconocida había surgido nuevamente, y fue en una de éstas, cuando Aurora me comentó que tenía un pequeño que comenzaba a hacer sus pinitos en eso de la lectura. Entonces, tras dedicar el libro con el que me había presentado, quise obsequiarle con "La Rioja y sus pueblos entre cuentos. Vol. 1" y dedicárselo a Markel, ese pequeño y futuro gran lector.

Luego de hacernos la foto que ilustra esta entrada, nos despedimos con un par de besos. La puerta se cerró y, al dar el primero de los pasos que me llevaban al siguiente timbre, el frío, la lluvia, la pesadez de las horas infructuosas y sobre todo la mochila cargada de numerosos "noes", cayeron de mi espalda para conformarse en esos férreos escalones que me muestran el camino a seguir. Decidido, me subí a ellos, oteé un nuevo horizonte y mi dedo pulsó una vez más. Siempre dispuesto, eso sí, a entablar una nueva conversación y... ¿por qué no? a dedicar un nuevo libro al lector número 7.001 que ayudaría a dar más base a esta historia. 

Solo sé que son personas como Aurora, las grandes protagonistas de esta historia.

 ¡Gracias!

Cada día me siento más ilusionado por poder atesorar experiencias como la contada, porque, a pesar de las innumerables dificultades que puedes hallar en tu camino, una cosa está más que clara:

Hay que buscar siempre el valor que nos impulsa a perseguir nuestros sueños. 

Habrá muchos obstáculos y es probable que nunca lleguemos a conseguirlos, pero no hay duda de que si te muestras constante e ilusionado, tu calidad de vida cambia de manera considerable. 
Porque a fin de cuentas 

¿hay algo más valioso que ser el artífice de tu propio camino?


6.500 libros distribuidos. Bilbao 24-06-16

Con Naroa, Joseba y Josean
Qué sensación, ¿verdad? Entrar en un portal desconocido y subir en el ascensor hasta el último piso. Abrirse las puertas del mismo y encontrarte con aquella extraña planta caracterizada por esas tan misteriosas puertas. Todas cerradas. Todas provistas con sus felpudos, con sus timbres amenazantes y esas mirillas inquisidoras que, pensándolo bien, siempre inquieren con suma presunción:

 ¿Qué es lo que pretendes, chaval?

El silencio.

Quizá alguna que otra lejana vibración que indica los movimientos de extraños residentes. Personas desconocidas sumidas en sus cotidianos quehaceres que, tras la inoportuna llamada, la desestiman resoplando, o quizá se acercan con sigilo hasta la pequeña lente de la puerta, para vislumbrar el aspecto de aquel molesto personaje. Pero hay quien la abre para despachar, con notable desprecio, al posible comercial de la luz, del gas, o a esa pareja de testigos de algún que otro Dios. 

Pero resulta que hay quienes también abren interesados por saber. Y..., conocen. De hecho se sorprenden al observar que aquel que osó llamar, simplemente es un escritor que lucha por hacerse un hueco en el mercado literario. Sólo busca lectores y, curiosamente, aquel que abre la puerta, sí que lo es. Se trata de un ávido lector. Pero esta vez no miente para exponer:

No, no leo. No me interesa

En vez de ello, quiere saber más de ese extraño personaje que le habla de su última obra editada. La hojea con sus manos, la escudriña con su mirar y se sorprende de la peculiar iniciativa. 
Al fin, la magia vuelve a surgir y, tras una breve charla en la que abundan las sonrisas, decide adquirir una novela dedicada por ese autor inconforme por la insustancial coyuntura social que nos ha tocado vivir, pero que, pese a todo, ha decidido firmemente perseguir sus sueños. 

El pasado viernes veinticuatro de junio, en la ciudad de  Bilbao. Tras cuatro años y nueve meses de buscar lectores, Josean me abrió la puerta de su casa después de que tocara su timbre. Él me escuchó y, una vez que decidió hacerse con un ejemplar de mis libros, logró convertirse en el lector-protagonista seis mil quinientos que da pie a esta historia. Sus hijos, Naroa y Joseba también son lectores, así como la madre de estos últimos y autora de la fotografía que ilustra esta entrada.
Gracias a su esperado "Sí", recibieron como obsequio otra de mis obras:

"agua"
 y
"La Rioja y sus pueblos 
entre cuentos. Vol 1"

Estoy satisfecho de haber hallado a una familia lectora y entusiasta, de la que he recibido un fuerte apoyo.
La mochila de "noes" acumulados volvió a caer aquel día para después de inspirar profundo, adquirir las entereza para continuar escribiendo, para seguir caminando y volver a  conocer a más gente que piensa que aún no todo está perdido.

Gracias Josean, Natalia, Naroa y Joseba por haberos convertido en los lectores-protagonistas número 6.500, de esta peculiar historia.



6.000 libros distribuidos. Vitoria 17-12-15



"Hola, buenos días, 
¿quieres convertirte en 
el lector/a-protagonista 
número seis mil 
de esta historia y obtener como obsequio  un ejemplar de 
"La Rioja y sus pueblos 
entre cuentos"

En esto pensaba yo esta mañana en las calles de Vitoria, cuando tocaba nuevos timbres y tras haber conocido al lector número cinco mil novecientos noventa y nueve.

 Sin embargo, de mi boca salían otras palabras totalmente diferentes:

Hola buenos días, soy Sergio, un escritor que está promocionando su cuarta novela y busco gente que le guste leer, no sé si será el caso...

Los "noes", a pesar de todo, se sucedían, pero yo me encontraba entusiasmado por poner cara y poder sacarme una foto con el lector/a número 6.000 que ofrece más base a esta historia. La experiencia me decía una y otra vez que daba igual si iba a ser en la siguiente puerta, en la próxima planta, en el siguiente edificio, portal o en las horas consiguientes. Siempre, entre todos esos "noes" inherentes a esta promoción, existen personas que valoran a un tipo con un libro bajo el brazo y que ha decidido luchar por sus sueños. 

Y... al final sucedió. Ana me abrió su puerta. Me contestó que sí. Que ella sí que leía y no dudó en escuchar mi relato. 

Ana, he dicho cuando ha aceptado adquirir un ejemplar de "agua" te tengo que decir una cosa que para mí es muy importante. Este ejemplar hace el número seis mil de mi promoción y quiero obsequiarte con mi última obra "La Rioja y sus pueblos entre cuentos". Pero hay un condicionante: tenemos que hacernos una foto para ilustrar la entrada en mi blog. (Como ya sabéis, esto viene siendo costumbre con cada lector que hace el número 500).

Ana ha aceptado. Me ha comentado también que tenía tres nietos, uno en edad de dos años, otro de ocho y el mayor de once años. El libro infantil le venía de maravilla. Además, según me ha confesado también, tiene un familiar que es riojano. De San Vicente de la Sonsierra, creo recordar. 

En aquella escalera y después de hablar con Ana,  no he encontrado ningún "sí" más. Pero eso no importaba. Yo estaba pletórico por haber conseguido una meta significativa y por experimentar, de manera fehaciente, que son ciertos los siguientes dichos: "El que la sigue la consigue", "hace más el que quiere que el que puede", "no estás derrotado cuando pierdes, sino cuando te das por vencido", y un largo etcétera.

Desde aquí quiero agradecer a Ana el haberme abierto en el día de hoy su puerta. El haberme no sólo escuchado sino también por haber adquirido mi cuarta novela y así formar parte de este periplo que ya posee mayor base. 
Sí, cada día estoy más convencido. Sobre una ingente cantidad de "noes" se va estableciendo esta historia. Esos portazos y miradas despectivas, esas indiferencias encontradas y rostros arrugados, esas mentalidades herméticas y gestos indolentes que son hallados tras las puertas y que, siendo optimistas, conforman el ochenta por ciento de esta trayectoria..., sí, todo esto que lamentablemente también nos define como sociedad, se convierte, para mí, en férreos escalones que sistemáticamente van siendo pisados por mis pies para alzarme nuevamente y otear nuevos horizontes. En ellos he encontrado a varios miles de personas que me han dicho que sí. Ana me ha acompañado hoy al último de todos los escalones y desde allí nos hemos despedido con un par de besos. 

Ojalá me encuentre con más personas que, como tú, sepan valorar este esfuerzo,  he dicho al despedirnos. 

Sí, seguramente los habrá, han querido escuchar mis oídos. 

Es cierto. Los hay. Lo sé. Simplemente hay que llamar con una sonrisa y esperar a ver qué nos encontramos tras las puertas. Cada día que pasa creo menos en esa fuerte corriente que nos ofrece el discurso social consistente en que hay que inmiscuirse tanto en uno mismo, retrotraerse tanto, que ya no queda tiempo para hablarnos entre nosotros... (de manera directa digo, porque todos sabemos que lo hacemos continuamente en realidades virtuales que, lamentablemente, a cada momento las hacemos más protagonistas de nuestras vidas).

"Cada vez nos miramos menos a los ojos" también he oído hoy de los labios de Carmen. Otra lectora con mentalidad abierta. 

Son tantas y tantos... ya no solamente éxitos,  sino también experiencias y satisfacciones personales. 
Continuaremos con ello. Indagando una y otra vez, una vez y otra.
Gracias Ana y a los cinco mil novecientos noventa y nueve lectores a los que un buen día os dediqué uno de mis ejemplares.
También, y por qué no, a los miles de "noes" encontrados en el camino y que tanto nos enseñan...



5.500 libros distribuidos. Santander 20-04-15

Carlos con el ejemplar nº 5500  y el obsequio  de "Soy un gusano"
Me había acercado a la ciudad de Santander con el objetivo de conocer al lector protagonista de esta historia número 5.500. Los lectores de días anteriores iban acercándome de forma insistente a tan esperada cifra.

Tras tocar un timbre, esperar y no obtener respuesta, me dispuse a descender por las escaleras. Ocurrió que se abrió otra puerta aquella mañana de viernes.

El hombre tras ella preguntó.

Yo me presenté como autor que buscaba gente que leyera.

Carlos, tras asentir, se interesó por la novela. Le expliqué. Le gustó la idea y decidió adquirir un ejemplar de "agua".

Carlos, dije a continuación, este es un libro especial en esta promoción, pues se trata del número 5500. Por este motivo, te voy a obsequiar con la primera de mis novelas "Soy un gusano", pero nos tenemos que hacer una foto para documentar este hecho.

Carlos, madrileño afincado en Santander y propietario de un parque infantil (http://www.dibertipark.es/), sabe lo difícil que es abrirse camino

y aceptó sin ninguna clase de remilgos.

Sigue siendo difícil y es probable que lo siga siendo siempre. Pero no importa. Estoy comprometido con una nueva novela a la que he dejado descansar en esta semana para conocer a gente de Santander.


5.000 libros distribuidos. Haro14-11-14


Pedro con "agua" y, de obsequio, la Trilogía "Soy un gusano"
Al abrirme esta mañana, Pedro me ha dado a entender  que era una persona que sí que leía.
De hecho me lo ha querido dejar bien claro desde un primer instante;

Lo hago en digital. me ha hecho saber.

Sí, la tendencia, es esa, he añadido  condescendiente.

Pese a ello, Pedro ha querido saber más de este tipo que se ha presentado en su puerta con un libro bajo el brazo.

Entonces le he explicado que lo hago así porque entiendo que cuando vamos a una librería casi siempre elegimos a autores consagrados y, los que queremos hacernos un hueco, lo tenemos algo más complicado. Le he comentado que llevo más de tres años promocionándome de esta manera por diferentes ciudades, que lo hago con mi cuarta y última obra "agua". Que intento, por supuesto, estar en todos los canales que se encuentran a mi alcance, pero el que más me surte efecto, de manera paradójica, es el entablar conversaciones con los propios lectores; quizá también -le he dicho- porque se elimina, o se hace más pequeña esa barrera que siempre existe entre lector y escritor.

A Pedro le ha llamado la atención la portada (con las cuatro letras de agua deshidratadas sobre un fondo nuboso) así como también el título de la novela.

Al final, tras saber más de ella, ha accedido y ha decidido adquirir el ejemplar número cinco mil.

Tan sólo por haber formulado aquellas palabras, Pedro se ha convertido en el día de hoy, en el lector-protagonista número 5.000 de esta historia que, a lo largo de los años, os vengo contando.

Asimismo, he obsequiado a este nuevo lector con las demás obras que tengo editadas -qué menos-, es decir, la Trilogía:- "Soy un gusano""Dos cabezas de alfiler" y "Consciencia". Luego de ello, Mª Luisa, su madre y hermana del escritor Pedro José Sáez Alfaro, nos ha hecho una foto para documentar la visita.

Empiezo a leerlas esta tarde, me acuerdo que ha dicho Pedro.

Sin duda, un gran hito en esta promoción.

Al final nos hemos despedido con un abrazo.

Hoy es un día para celebrar.

Recuerdo los comienzos. Aquellos días en los cuales la incertidumbre, la inestabilidad y un devenir a todas luces oscuro, era lo que predominaba contundentemente. Me recuerdo encontrarme, más bien obligado a relegarme en un agujero tenebroso, en el cual todas las puertas estaban cerradas. Quizá aquel "gusano" fuera el que me dijera que había que tocar las puertas. Así lo hice y pude comprobar que algunas se abrían, ofreciendo algo más de luz a aquella situación tan deplorable.
Hoy la luz se hace cada vez más presente. Una sonrisa surge siempre en mi rostro y también en mis ojos cuando alguien me abre la puerta y no sólo me dice que lee, sino que quiere saber de mis libros.
Hoy son cinco mil puertas abiertas, cinco mil caras conocidas, cinco mil libros distribuidos y firmados de primera mano.
Hoy son cinco mil personas las que ofrecen luz a este habitáculo, las que han apoyado a este tipo que seguirá, sin duda, llamando a las puertas con algún que otro ejemplar de sus libros bajo el brazo. Deseoso de conocer a más lectores-protagonistas. Deseoso también de alejarse cada vez más de esa situación tan común y deleznable que nos ofrece a muchos este mercado laboral, todavía, fijaos bien, tras seis años, tan y tan deteriorado.

Hoy con más ganas que nunca de seguir rompiendo, eliminando, dejando atrás a todas  esas barreras que nos ponen y nos ponemos nosotros mismos en la sesera:
" ¿Quién te va a abrir la puerta? Ahora ya no se lee en papel..., con la crisis que está cayendo..., con la de robos que existen, ahora se bajan los libros gratis. La cultura está infravalorada. Si no estás en las librerías no haces nada, si no te promociona una gran editorial no tienes nada que hacer. Por mucho que te esfuerces, la gente no compra".

No, no, no, no y más "noes", miles de "noes encontrados en estos más de tres años. Miles y miles de puertas cerradas. Son tantos los límites que hay que traspasar...

Y sí, sólo una frase... SE PUEDE.

Hoy desvisto mis pies para calzarlos de nuevo. Hoy miro hacia atrás y me sonrío. Hoy reflexiono, vuelvo la cabeza y oteo un horizonte límpido y nuevo, con más luz si cabe. Hoy respiro hondamente, con el fin de caminar de nuevo con diferentes zapatos, tocar más puertas y encontrarme con próximos lectores-protagonistas.
.
Seguiremos intentándolo, aunque no nos apoyen...



4.500 libros distribuidos. Burgos 7-07-14


Cristina, con "agua" y "Soy un gusano"
La experiencia me decía que, una de dos: o me encontraba con el lector número cuatro mil quinientos a la primera de cambio o, todo lo contrario, los "noes" tomarían el protagonismo en la jornada.

Para mi desgracia, fue, en el día de ayer, lo segundo lo que ocurrió. Cierto era que la mañana era agradable y eso siempre ayuda. El caso es que comencé el día con ganas. Me dispuse a buscar a mi lector ansiado, en un bloque que tendría unos diez portales de cinco plantas cada uno en cualquiera de las barriadas que existen en la ciudad de Burgos. Todo me decía que en ese inmueble encontraría a la persona que estuviera dispuesta a adquirir un ejemplar de mi última novela, esto es, agua.

Entré en el primer portal y, desde un primer instante, las negativas me acecharon con excesiva insistencia. Muchos pisos vacíos y quizá, alguna persona adquiría la tarjeta que me ayuda con la promoción, pero por el momento la cosa no pasaba de ahí. Salí del primer portal sin conocer al lector en cuestión. Entré en el segundo portal y sucedió lo mismo, el tercero igual, el cuarto, el quinto portal...

Subir en ascensor, tocar las puertas de la quinta planta, para ir descendiendo a la cuarta, tercera, segunda, primera planta, y luego despedirme del zaguán y entrar en el sexto portal del edificio. Los minutos iban pasando. Mis ganas se acrecentaban a cada minuto pasado. Séptimo portal, ascensor, bajar por las escaleras, no, no, no...
Octavo portal, noveno y décimo.

Lunes, me decía, es lunes.

Pasar algo más de una hora tocando timbres y no recibir un sí, o por lo menos una cara amable que se digne a escucharte, nunca es plato de buen gusto. No obstante, conocía de primera mano que Burgos es una ciudad donde se lee y mucho.
Por fortuna, concluí al fin con los portales del edificio "maldito". Quise huir de ahí, lo reconozco. Sacudirme las negativas, escapar con ansia y comenzar de nuevo.

Así lo hice tras cambiar de bloque de viviendas. Este era similar al anterior, pero, como pude comprobar, muy distinta la actitud de las personas que residían en él.
Así me lo demostró Conchi al abrirme la puerta.

Yo no leo mucho, pero mi hermana Carmen, sí que lo hace. Cuéntame, me dijo.

Sin desvelar ninguna clase de entusiasmo, comencé con mi retahíla de escritor que promociona sus libros puerta a puerta por diferentes ciudades. Hablé de mis anteriores novelas y expliqué de qué iba agua.

Conchi, de pronto, me confirmó sin ella saberlo aún, que quería ser la lectora número 4.500 de mi promoción.

Se lo dije, le comenté que me tenía que hacer una foto con ella para documentar este hito y, fue entonces cuando llamó a Cristina, su hija. Esta también leía y estaba dispuesta a sacarse la foto conmigo.

Por haberos convertido en las lectoras 4.500, os voy a obsequiar también con la primera de mis novelas: Soy un gusano.

A partir de ahí seguí con mi búsqueda incesante de lectores de mi última novela. Tengo que decir que la dinámica, no sólo de la mañana, sino del día, cambió. Seguía encontrándome con "noes", esto es inevitable, pero los "síes", por suerte, también iban apareciendo.

Me entusiasma ver que aunque existan días en los que cueste Dios y ayuda romper el hielo, siempre, en todas las jornadas me voy encontrando con gente que, con mentalidad abierta, al menos se digna a escuchar a un tipo que llama a la puerta con un libro bajo del brazo. Resulta fascinante atesorar momentos que permiten crear una base en la que cada día me voy sintiendo más y más cómodo.
                                   
Ni siquiera sé hasta dónde puede llegar un tipo con un libro debajo del brazo. Lo que sé es que, cada día que pasa, estoy más dispuesto a descubrirlo.


 Nunca dejes que mentes pequeñas destruyan tus grandes sueños



4.000 libros distribuidos. Bilbao 7-04-14


Inés, lectora 4000, con la Trilogía
Por supuesto, para mí no se trataba del típico lunes. Es más, quería poner todo de mi parte para que eso no sucediera de ninguna de las maneras.

Por lo común, empezar la semana tocando el primero de los timbres, que la puerta se abra y encontrarte con un lector que se interese por tu proceder, es cosa poco probable.

No obstante, eso fue lo que ocurrió este primer día de semana. Inés abrió la puerta de su casa. Me presenté como autor del libro soy un gusano. Ella, quizás algo incrédula en un principio, pronto se interesó por el libro. Lo cogió, lo hojeó. Me escuchaba atenta, observando mi trayectoria con las copias de los medios, que suelo llevar en mi carpeta.

Sin duda, eso lo descubrí en los primeros instantes, Inés es una buena lectora. Estaba decidida a adquirir la primera de mis novelas. Cuando aceptó, en ese momento, se había convertido en la lectora número cuatro mil de mis obras.

Al tratarse de un número especial, te tengo que decir un par de cosas, le dije.

Ella me miró asombrada. Como diciendo: y ahora, ¿qué me dirá este tipo?

Te voy a obsequiar con los dos volúmenes siguientes, es decir; Dos cabezas de alfiler y Consciencia. Y si te parece nos hacemos una foto para documentar este momento de mi trayectoria.

Al fin, tras la firma de ejemplares y después de la foto, proseguí con mi tarea. No había hecho más que comenzar la semana y me encontraba feliz por haber logrado hallar y poner nombre a la lectora número 4.000.

En una ocasión, recuerdo, una escritora amiga, me dijo;

Sergio, es que tú ya no vas sólo en esta promoción. Tú llamas a las puertas acompañado de todos los lectores que una vez adquirieron tus libros.

Quizás sea cierto. Comprendo lo que quiso decir. El caminar, muchas veces arduo, se ve recompensado por las experiencias que me voy encontrando. Éstas son las que avalan mi proceder. Lo curioso es que cada día salgo con más ganas de conocer a las personas que se encuentran detrás de las puertas de sus casas. No en busca de importunar ni de molestar. Ni siquiera buscando comprensión o ayuda.
Simplemente voy en busca de personas con mentalidad abierta, capaces de escuchar a un tipo que intenta utilizar los medios que dispone a su alcance para salir del enorme hoyo que a muchos nos ha dejado este mercado laboral tan deteriorado.

Huir. Eso es. Hay que huir, tal y como una señora en Vitoria, me comentó en su día. Hay que escapar de toda esta pobreza mental que nos invade. Que muchas veces nos absorbe y nos deja no sólo ciegos, sino mancos y cojos. Inmóviles e incapaces de observar más lejos que de nuestras propias narices.

Probablemente todo esto siga siendo, como al principio, una auténtica locura. Sin embargo, cada día estoy más contento de haber decidido desvariar una lejana jornada de hace ya un par de años y medio.

Un camino, muchas veces arduo, pero con recompensas valiosas.

Como siempre digo, los lectores sois los protagonistas de toda esta historia, e Inés es la número cuatro mil. Sinceramente, los días anteriores a esta fecha, en mí se originaban unas enormes ganas de conocerla.

¿Quién lo iba a decir? Sin duda son hitos importantes en esta trayectoria. De ellos, en mis presentaciones y charlas, hablo un rato. Para mí es importante nombrarlos porque supone un gran apoyo y me siento satisfecho de conocerles de primera mano, así como a los cuatro mil lectores que me habéis apoyado hasta el momento.



3.500 libros distribuidos. Vitoria 23-12-13


Iñaki con la Trilogía
Me alegro de que la casualidad haya coincidido con estas fechas de fiestas, regalos, fin de año...

Hoy Iñaki, un chico de Vitoria, me lo ha dejado bien claro; leía. Pero no sólo eso. También ha decidido escuchar mi relato y, tras presentarme como autor del primero de los libros de la Trilogía, esto es, Soy un gusano, ha decidido adquirirlo.

Entonces, entusiasmado, le he comentado que ese volumen se trataba de un libro especial en mi promoción. Era el número 3.500 distribuidos puerta a puerta.

Así pues, tal y como ya es costumbre en mi promoción, le he obsequiado con los dos siguientes volúmenes que conforman la Trilogía:
Dos cabezas de alfiler y, Consciencia.

Se lo he dejado claro. Lo hago así porque un día se me cerraron todas las puertas. Lo hago porque el mercado laboral, en su día no me quiso tener en cuenta. Lo hago porque tengo tiempo. Lo hago también porque quiero hacer caso a mis inquietudes y enfocar mi vida en lo que realmente me apasiona: la escritura.

A lo largo de todo este tiempo me he dado cuenta de que lo hago también porque quiero conocer a las personas que leen. A las personas que están dispuestas a escuchar a un tipo que pretende llegar a los lectores. Quiero seguir recibiendo críticas y mensajes de ánimo, puesto que los considero un gran avituallamiento indispensable en mi proceder. Quiero, asimismo, seguir utilizando todos los caminos que estén a mi alcance, tanto los convencionales como los que no lo son. Cada vez siento que la base por la que me muevo es mucho más amplia. Hoy, a diferencia de los primeros días de promoción, me entra una gran curiosidad por conocer a la persona que me va a abrir la siguiente puerta.
A día de hoy, a pesar de que esto pueda resultar duro muchas veces, también quiero aferrarme, como siempre, a esas personas que se muestran abiertas. A aquellas que, como hoy ha hecho Iñaki, han valorado este esfuerzo.

Un fuerte abrazo para Iñaki, para Oihane como hacedora de la foto y, también, para los tres mil quinientos tres lectores que en su día decidieron echarme una mano en mi proceder.

Una vez, hace tiempo, una señora me dijo:

Te lo voy a coger, más que nada, porque tengo hijos y sinceramente, no me gustaría que acabaran de esta forma.

Fue ahí cuando le contesté.

No señora. Se equivoca. Para nada he acabado, sino que estoy empezando.


Así pues, cada vez estoy más convencido de que esto acaba de comenzar. En breve, dejaré de distribuir el primero de mis libros, para empezar a repartir la última de mis novelas. Ésta verá la luz a principios del 2014.

Lo vuelvo a decir, porque hoy estoy más convencido que nunca:

"Si un escritor quiere ser leído, no se tiene que quedar esperando a ver qué es lo que sucede".

Desde aquí os deseo unas felices fiestas repletas de buenas lecturas.


 


3.000 libros distribuidos. Bilbao 14-08-13


Roberto con la Trilogía "Soy un gusano"
¡Vale! Me has convencido, Roberto, un chico de Barakaldo (Bilbao), me lo ha dejado bien claro esta tarde tras abrirme la puerta de su casa y escuchar mi discurso promocional.
Se había convertido en ese instante (rondarían las dieciséis horas), en el lector número 3.000 del primer libro de mi obra Soy un gusano.

Para mí se trataba de un momento muy especial y desde hacía tiempo añorado.

Quiero que sepas que se trata del libro número tres mil, he dicho a continuación, Gracias a esto te voy a obsequiar con los dos volúmenes siguientes que completan la Trilogía: Dos cabezas de alfiler y Consciencia.

Roberto ha aceptado, e incluso ha sido tan amable de hacerse una foto conmigo para dar constancia del acontecimiento.

Hoy Roberto forma parte de esta historia tan peculiar que un día comencé hace ya un año y unos cuantos meses.

Hoy también me viene a la cabeza el primer libro que distribuí en la localidad de Rivabellosa (Álava). Aquel primer ejemplar siempre quedará en mi pantalla del pasado como el causante de que un hielo impertérrito, capaz de mantener bien cerradas las puertas, se quebrase.
En aquella ocasión un hombre me dijo que él no leía pero su mujer sí que lo hacía. La primera dedicatoria en esta aventura, lleva el nombre de "Merche".

La decisión de aquel hombre en aquel entonces supone el primero de estos 3.000 "Síes" y creo que nunca lo olvidaré.

Un buen día decidí hacerme siempre una foto con el lector, cada vez que lograra recopilar 500 "Síes".


Hoy recuerdo con mayor intensidad esos momentos.

¿Quién diría en aquel entonces?

Hoy, quizás más que nunca me siento satisfecho de haber escrito la Trilogía. Siento, no os imagináis cuánto, unas ganas terribles de editar mi cuarta novela (en proceso).
Y de lo que más me puedo alegrar es que día a día voy descubriendo a personalidades increíbles, experiencias que, de haber actuado de otro modo, no habría tenido comentarios que te animan a seguir hacia adelante...

El paro sigue ahí. Y, ciertamente, todos sabemos que supone un enorme lastre para una sociedad. Es lamentable que aún no se haya podido solucionar un problema tan elemental.
A día de hoy, por suerte, yo puedo decir que al menos puedo "subsistir" con esta peculiar promoción.
Sigo, sí, en la actualidad, en el paro (desde un principio tuve claro que era un problema que, de ninguna de las maneras me compete) pero también puedo decir con todas las letras que me sigo negando a estar parado.



 2.500 libros distribuidos. Burgos 8-05-13

María Ángeles con la Trilogía al completo
Semana intensa pero fructífera. El ejemplar número dos mil quinientos distribuido gracias a la colaboración de María Ángeles que me abrió este martes la puerta de su casa y se dignó a escuchar mi historia. Tras la charla también se interesó por Soy un gusano y, por supuesto, como se trataba de un número significativo en esta historia, se llevó de regalo, tal y como viene siendo habitual cada quinientos ejemplares, la trilogía al completo. Es decir, Dos cabezas de alfiler Y Consciencia.



Esta vez se trataba de un hito importante en la aventura. Necesitaba no simplemente una persona que le gustara leer, sino también que estuviera dispuesta a adquirir un ejemplar, e incluso que quisiera sacarse una foto conmigo y con los tres libros. Hasta ahí la cosa podía ser habitual en este camino que me he empeñado en realizar. No obstante, también buscaba una persona que no le importara salir en nada menos que en dos periódicos de la región; El Diario de Burgos y El Correo de Burgos.

En otras circunstancias me hubiera parecido, todo este reto, sencillo de realizar. Pero en esa ocasión no las tenía todas conmigo. El tiempo era reducido. Con los periodistas había quedado en que yo mismo realizaría la foto y cuando la tuviera me acercaría a hacer sendas entrevistas. Tenía que aprovechar la ocasión y sacar la foto con el lector número 2.500.

Por lo general siempre llego a Burgos aproximadamente a las once la mañana para comenzar con mi búsqueda de lectores (la experiencia me dice que es una hora prudencial).
El caso es que tras varios "noes", "no me interesa", "no tengo tiempo", e incluso hubo una pareja que adquirió un ejemplar pero no quería salir en los medios, al fin di con Mª Ángeles nada menos que una hora y media después. Es decir, a las doce y media ya tenía la foto con la lectora 2.500 y en el día pude hacer las entrevistas. Un paso, y de los importantes, conseguido.

Al día siguiente salí en los dos medios de comunicación. El trabajo de los periodistas, excelente. Una muy buena manera de ayudarme con la promoción. Desde aquí agradezco la labor de Rodrigo y Almudena.

DIARIO DE BURGOS:

EL CORREO DE BURGOS:






2.000 libros distribuidos 5-02-13


Fernando con la Trilogía y el ejemplar nº 2.000
En esta ocasión también ha sido en la ciudad de Logroño. Un poco porque esta semana va a ser interesante en mi promoción. Ya tengo dos citas importantes confirmadas:

-Mañana Miércoles 6 de febrero me harán una entrevista en Popular TV a eso de las 22:00h presentando la trilogía y la manera de promocionar el primero de mis libros.

-El Jueves 7 de febrero daré la Conferencia-presentación de la Trilogía en el Colegio Of. de Ingenieros Industriales, en la plaza de San Bartolomé a las 20:00h.

Es por ello por lo que he decidido incidir más en las puertas de esta ciudad, para promocionar la Trilogía. A todos aquellos que muestran un cierto interés les invito a asistir a la Conferencia del jueves, puesto que después de ella también se ofrecerá un catering.

El caso es que en la mañana de hoy, después de pulsar su timbre, Fernando me ha abierto la puerta de su piso. Le he pillado totalmente fuera de contexto. Pero, tras explicarle que no era más que un tipo que estaba promocionando sus libros puerta por puerta, ha decidido adquirir un ejemplar de Soy un gusano.


Una vez aceptado el nº 2.000 de Soy un gusano, tal y como viene siendo costumbre en mi modo de proceder, le he obsequiado con las otras dos partes de la Trilogía: Dos cabezas de alfiler y, Consciencia.

Esta vez me ha ocurrido algo inusual; Fernando me ha dicho, de manera literal:

Pues yo te voy a pagar de manera especial.

Sus palabras me han dejado un tanto descolocado, pero tal y como os muestro en estas dos imágenes, ahí tenéis la prueba. Era la primera vez que veía una de estas monedas de doce euros.

Cara de la moneda de 12 euros
Cruz la misma moneda

Lo que queda  claro es que el hecho de moverse de una y mil maneras y hablar con diferentes personas, hace que, a veces, sucedan cosas como estas.
Y son estas cosas las que te hacen avanzar.






1.500 libros distribuidos 17-10-12


La Trilogía para Jesús y Begoña.


Esta vez el "Ringg" ha sido en Logroño.

Al rato de estar hablando con Jesús después de abrirme la puerta de su casa, ha aparecido Begoña, su mujer, que tras escuchar mi relato desde algún lugar en el interior del piso, ha salido decidida a adquirir el ejemplar mil quinientos de Soy un gusano.

La conversación se ha ido alargando y me han comentado que a su hija, Sofía, le gusta mucho leer. Se trata de una futura artista puesto que está estudiando Bellas Artes.

El caso es que durante la charla, me han hecho saber, leyeron la noticia del Diario La Rioja y han recordado que aquel día se cuestionaron el adquirir o no el libro si la casualidad hiciera que yo tocara su puerta en un futuro.

Hoy ha sido ese día. Y no ha sido un día cualquiera. Se trataba, ni más ni menos que del ejemplar mil quinientos. Es por ello que iba cargado con todo el equipo habitual; mi carpeta negra con las copias de los reportajes de los periódicos, mi maleta al hombro repleta de ejemplares, el bolígrafo de firmar y como en las dos anteriores ocasiones (500 ejem. y 1000 ejem.)  también llevaba la cámara fotográfica.

Desde hacía ya tiempo tenía decidido obsequiar al comprador del libro 1500 los dos siguientes volúmenes de la trilogía. Esta mañana, el hacerlo me ha resultado muy sencillo.
Al comprender que se trataba de una pareja encantadora, no lo he dudado un instante.

Tras recibir los tres libros, ellos me han agradecido el obsequio y no han dudado en regalarme ni más ni menos que ¡¡cinco litros de aceite virgen extra!! puesto que poseían, según me han comentado, unos olivos en propiedad. Hoy, nada más llegar a casa, lo hemos probado con algo de pan y desde aquí quiero decir que este "oro líquido" de primerísima calidad, está exquisito.


Una vez más, me siento enormemente satisfecho de haber podido charlar con gente que sabe apreciar el esfuerzo que supone esta peculiar promoción. Es gente como Jesús y Begoña la que consigue que en mi pantalla del presente queden grabadas estas dos palabras:

                         ES POSIBLE

Como bien sabéis, los portazos en las narices, los desprecios, las caras con sus ceños arrugados, los ambientes grises y desánimos generalizados con sus frases de "no me interesa", son habituales en mi día a día.
Es algo con lo que hay que lidiar, no sólo en esta peculiar experiencia, sino en el devenir de la vida.

Todos podemos, utilizando la metáfora del relato, relegar esas experiencias a la pantalla del pasado y triturarlas en nuestra propia máquina del olvido, para poder poner en la del presente, los mensajes que mejor nos convengan.

Volver a dar las gracias a Begoña, a Jesús, a Sofía (aunque no te conozca estoy seguro que sacarás, en alguna ocasión, tiempo para leer la Trilogía) por demostrarme que hay gente que no se conforma con ese mensaje que tenemos todos, (quiero incluirme) muy interiorizado: "Yo no abro la puerta a nadie, se oyen tantas cosas..."

Hoy vosotros me habéis abierto la puerta y, con ello, lográis que continúe con mi humilde propósito de llegar a cuantas más lectores mejor.

Desde aquí os envío un afectuoso abrazo así como a todos los que un buen día decidistéis escuchar a un tipo que iba con un libro en la mano.

Una vez más, GRACIAS...






1.000 LIBROS DISTRIBUIDOS 17-05-12


Pues sí, otro objetivo conseguido. La cifra va aumentando gracias a todos vosotros que un día decidisteis escuchar a un tipo que llegó con un libro, llamó a vuestra puerta y os explicó que sus intenciones no eran más que hacer llegar no sólo esta novela, sino toda la trilogía a cuantas más personas mejor.

Irene con el ejemplar nº 1000
Hoy ha sido Irene. Una simpática chica de Pamplona (concretamente de Zizur Mayor) que ha decidido echarme un cable y acceder a la lectura de "Soy un gusano".

En cierto modo, algo me decía que este ejemplar sería fácil de distribuir. Sentía una especial ilusión por conocer a la persona que lo iba a adquirir.

Serían las cuatro de la tarde. El número 999 ya lo había solicitado un vecino del barrio de adosados. El sol, en Navarra y a esas horas, caía a plomo. No obstante, se agradecía un viento que conseguía paliar, sólo en parte su azote.

-¡¡Ringg!!
- ¿Sí? ¿Quién es?
- Hola, buenas tardes, soy Sergio, un escritor que está promocionando su primera novela y ando buscando gente que le interese la lectura. No sé si es el caso.
- No, no, gracias. No me interesa.

Es lo que tienen los porteros automáticos. Con ellos nos es más fácil desprendernos de visitas inesperadas y normalmente fuera de contexto.

El caso es que transcurrían los minutos y las llamadas a pisos seguían siendo infructuosas. No obstante, sentía que sería fácil hallar a la persona que se interesaría por el número 1000.


Nada más lejos de la realidad:

En una de estas, una vecina del barrio accedió a escuchar mi relato y mis intenciones. Tras comentarle que se trataba de un ejemplar especial, creí, con ello, haber dado en el clavo. El caso es que esta vecina, que por cierto no transmitía la mayor de todas las simpatías, después de haberme escuchado de forma paciente, (la charla se ha acercado a unos cinco minutos de reloj) me ha dejado bien claro que no le interesaba. Sí, por supuesto que leía, pero que no tenía intención de adquirir el libro. Ni de ayudarme con el ejemplar número mil, ni nada de nada.

En esa ocasión me he quedado sorprendido, quizás gracias a mi culpa y al deseo e impulsividad de llegar cuanto antes a tan ansiada meta. Todo esto no hace más que indicarme una vez más de que vivimos en un mundo muy complejo, difícil y arduo, y que muchas veces únicamente nos queda esa pequeña luz, vocecilla, gusano, o vete a saber qué leches, que nos dice, ánimo que estoy aquí, todavía lejos pero se puede, créeme que SE PUEDE.

Entonces, haciendo más caso a ese SE PUEDE, y, por supuesto, relegando ese NO ME INTERESA a la pantalla del pasado y deslizándola lo antes posible a la máquina del olvido, proseguí con mi tarea.

Entonces, tras varios intentos más, Irene salió a recibirme y la conversación que mantuvimos se me antojó del todo agradable y enriquecedora (todo lo contrario a la anterior). Está claro que siempre, aunque nos encontremos a cientos de personas malhumoradas, desagradables, con carácter hiriente, depresivas y asqueadas de su paso por la vida, siempre, por suerte, también existen personas como Irene que hacen, con su carácter abierto, que todo esto valga la pena. Que nuestro paso por la vida sea más agradable. Desde aquí te envío un saludo.

Para mí hoy es un día especial y desde aquí quiero agradecer a Irene, también a Irantzun y a su madre por la agradable charla, a los que me animáis a seguir con vuestros comentarios y críticas de la novela, a los que habéis adquirido los otros dos volúmenes "Dos cabezas de alfiler" y "Consciencia". A Carmen de Burgos (foto Diario de Burgos), A Fernando de Vitoria (número 500), a Onda Cero, a Diario de Burgos, y a Diario La Rioja... En definitiva a todos los que, con vuestra actitud, habéis decidido valorar en estos meses el trabajo que supone esta peculiar difusión de las tres obras.

Ningún momento mejor que hoy para decir:

¡¡MIL GRACIAS!!






500 libros distribuidos 17-02-2012


Vitoria, viernes 17 de febrero de 2012. Nunca he sido muy ducho en esto de la informática, pero reconozco que alguna que otra vez he oído que debería crear un blog para contar un poco esta experiencia que vengo realizando desde hace ya unos meses. Lo cierto es que todo ello quedó relegado en la pantalla del pasado. Es más, me dije, si llego a distribuir quinientos libros, lo hago.
Hoy es ese día. He conocido a Fernando, el cual me abrió la puerta y, muy amablemente, (no en todos las ocasiones ocurre lo mismo, como os podéis imaginar) me atendió. Pero no sólo eso. También se mostró interesado por mi modo de proceder y como es lector habitual, me abrió su puerta, le expliqué el porqué de toda esta peculiar promoción y recalqué que el libro que tenía en mis manos tenía algo especial.

¡Se trataba del número 500!

Fernando accedió a la adquisición del libro y le comenté que llevaba una cámara digital, pues al tratarse de un número singular quería tener un documento fotográfico. Así fue cómo apareció Mari Carmen, su mujer. Ella nos sacó la foto.

Con este ejemplar he logrado un nuevo objetivo. Ahora deambulo sobre una base más cómoda
.
La idea es seguir con esta dinámica puesto que me he marcado un nuevo objetivo: mil ejemplares. Es hora de disfrutar del éxito y a seguir con la promoción.
Gracias, Mari Carmen y Fernando.




        

















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