Naiale me abre la puerta A veces llaman a la puerta y, por supuesto, nunca te pillan en contexto. Siempre que eso sucede te preguntas, ¿quién demonios será a estas horas? Abres y descubres que no es el comercial de gas, tampoco el de la luz. Te percatas de que la persona que te encuentras enfrente tras abrir la puerta, no quiere hablar de religión, ni que colabores con alguna asociación altruista. Entonces piensas, qué querrá este tipo que tiene un libro bajo el brazo. Quizás sea ese muchacho que lucha por abrirse un hueco en el mercado literario. Sin embargo, a mí, aquella vez no me llamaron a la puerta de manera literal, tampoco se trataba de un "escritor errante". Aquella vez abrí un mail -digamos que llamaron a mi puerta- y descubrí las siguientes líneas: "Hola Sergio. Soy Julián Negro, periodista de la Agencia EFE en Vitoria. Quería ponerme en contacto contigo para ver si nos podías contar alguna cosilla nueva sobre tu trabajo (esa quinta novela que ...