"Palabras de amor" de Pilar Alonso Ibáñez |
Me hallaba un día cualquiera de hace ya varias semanas en la ciudad de Vitoria, promocionando mi sexta publicación "¿Y por qué no?", cuando, nuevamente, se abrió una puerta.
Una vez me hube presentado como escritor que promociona así sus obras, la mujer, que atendió rápidamente a mis palabras, hizo, de pronto, un ademán con su mano derecha, indicándome que esperara.
Tras todo ello, cerró su puerta.
Como supondréis, ante tal actuación, una duda creciente comenzó a originarse en mi cabeza. ¿A qué tendría que esperar? ¿Me atendería? Pasaban los segundos y, allí, en el descansillo de una de las plantas de cualquier portal que conformara una de las calles de la ciudad, no ocurría nada.
Pese a todo, la incertidumbre crecía sin cesar. ¿Volvería a abrir aquella mujer?
En esto estaba cuando decidí proseguir con mi tarea, para descender por las escaleras y llamar a timbres del piso inferior. Tenía claro que no quería perder más el tiempo.
Pero, para mi sorpresa, la puerta se volvió a abrir.
- Yo también soy escritora -dijo con rapidez- toma.
Aquella mujer, que de mí solo sabía que era un escritor que promocionaba sus libros de aquella peculiar manera, me entregó, de pronto y para mí desconcierto, una de sus obras compuesta por una serie de poemas:
"Palabras de amor" junto con un CD, del mismo título.
Yo me quedé ahí, junto a su felpudo, frente a un umbral desconocido y con un nuevo poemario y un inesperado CD entre mis manos.
Recuerdo que sucedió en las primeras horas de la mañana de aquel día y todavía no había conocido a ningún lector, pero lo tuve claro desde un principio. En un futuro, así lo decidí, escribiría de todo esto en una nueva entrada.
Hoy ha llegado ese día.
!Qué menos!, no en todas las ocasiones recibes experiencias como la narrada.
Supuse que aquella escritora vitoriana sabría de mí por los medios. O quizá no. Igual le pillé de buen humor aquel día. Puede que le extrañara que un tipo se promocionara con su libro de aquella manera y decidió corroborar que también ella era escritora y por ello me ofreció uno de sus trabajos. Quizá regale uno de sus ejemplares a cada sujeto que llame a su puerta o es probable que se trate de una persona ciertamente altruista. Alguna que otra vez yo también he regalado mis libros, pero siempre tras una breve charla y completamente convencido de que esa persona lo leería.
Hoy continúo con la duda de aquella bonita actuación. Y tengo que decir que me gustó aquella reacción, porque entiendo que es mucho más agradable recibir sorpresas como la contada que un nuevo desplante de gente que se siente importunada.
Luego continué con mi periplo. Como supondréis, recibí más "noes" a los que ya estoy más que acostumbrado y conocí a algún lector más que decidió, tras mi presentación, unirse a esta historia.
Estoy convencido de que hay que hacerlo así. Convencido porque en esta sociedad de los "locos", en este mundo de la inmediatez, es mejor ir paso a paso. Respirando con calma por cada logro obtenido, sin dejar, nunca, de perseguir tus sueños. En ocasiones hay recodos improvistos, que te sacan una amplia sonrisa. Son los que busco. Son los que te dicen que realmente merece la pena intentarlo.
Gracias Pilar Alonso Ibáñez, por tu reacción ante mi llamada.
Es gracias a estas cosas, por la que el camino se hace interesante.
Hoy, como ya sabéis, prosigo con esta tarea, promocionando un libro que habla de un escritor que, sin ser conocido, sin tener contactos y en los tiempos que corren, decidió hablar con sus posibles lectores. En él recojo unas cuantas curiosidades de las miles halladas tras las puertas de numerosas ciudades.
Yo continuaré presentándome con él, porque cada día que va pasando, este libro, se va escribiendo solo. En él recojo los porqués de esta historia, lo hallado hasta la fecha y los comentarios que me ayudan a continuar.
Por otro lado, prosigo inmerso en la creación de cuentos infantiles, con el propósito de que los y las "peques", adquieran el hábito del leer y que, además, conozcan su entorno más cercano.
Y para concluir con mi registro, persisto escribiendo en el ámbito en el cual me siento más cómodo, que es el de la narrativa.
Quiero señalar que en estos momentos estoy a punto de concluir con un nuevo inédito que verá la luz en breve. Cuando el trabajo de corrección (que ya va siendo arduo pero gratificante), llegue a su fin.
Porque, en definitiva, en eso consiste todo esto de ser escritor.
Porque, la experiencia también me lo dice, dejando a un lado esta sociedad de la inmediatez, bien que merece la pena detenerse un rato, caminar despacio y dar los pasos pertinentes que te llevan a conocer a tus lectores.
"Si me caí es porque estaba caminando,
y caminar siempre vale la pena,
aunque te caigas"
E. Galeano
y caminar siempre vale la pena,
aunque te caigas"
E. Galeano
Comentarios
Publicar un comentario