El pasado jueves 21 de marzo quise viajar a Santurtzi con el fin de dar a conocer mis libros a los habitantes de ese famoso municipio de Bizkaia. Un poco también porque el fin de semana formaría parte del evento Van sobre ruedas y por conocer a nuevos lectores en el municipio. Viajé en metro porque todavía me produce gran curiosidad sumergirme entre las actitudes de los viajeros y esa era una nueva y buena oportunidad de hacerlo. Así pues, aquella mañana en el vagón con destino a esa famosa localidad pesquera, los semblantes pesarosos de los pasajeros continuaban ofreciendo su siniestra rutina. El metro viajaba sobre los raíles, con su peculiar bailoteo y ese rumor ambiguo que tomaba cierta velocidad para perderla en las proximidades de las estaciones. Es algo que, como vecino de una ciudad modesta, once mil habitantes, me produce cierta..., no voy a decir lástima -que también- pero, a su vez, gran curiosidad. Cada vez que viajo a ciudades importantes aprovecho la oca...