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Con Sarai, lectora número 14.000 |
Sí, sí que leo.
Aquella mañana de martes iba un tanto acongojado al deambular por las aceras de una de las barriadas de Oyón. Lo iba por eso de saber que, si en aquellos tiempos -llamados de normalidad- estábamos neuróticos por ese frenético ritmo societal adquirido a marchas forzadas, es ahora cuando todo, definitivamente, ha ido a peor.
O eso es lo que nos cuentan los noticiarios.
Con todo, no hay más que alzar la vista para comprobar que la gente, en términos generales, no callejea ya por sus lugares parapetados tras gasas de celulosa.
Ahora hay incluso gente que sonríe. Y lo hace al saber de primera mano que aquel que osó llamar a su puerta, es un literato que continúa en ese empeño de conocer a sus lector@s.
Ni que decir tiene que me satisfizo sobremanera encontrarme con el espontáneo carácter de Sarai, profesora de primaria en una de las localidades que abundan en La Rioja que, pese a ser lectora de novela, pronto se interesó por la narrativa infantil de Literaria Kalean, literatura en la calle.
Quiero este, expuso de pronto, refiriéndose al segundo volumen de "La Rioja y sus pueblos entre cuentos".
Y fueron esas mágicas palabras las que la convirtieron en la:
lectora-protagonista número 14.000
¿A que, de primeras, suena a cifra insignificante? Pues no lo es. De ningún modo lo es, os lo aseguro.
Y, sin embargo, hoy es un nuevo comienzo. Los horizontes se ven más nítidos asentado sobre esta confluencia de lectores que desde muchos rincones me siguen diciendo:
Sergio, se puede. ¡Claro que se puede!
Y lo dicen sabedores de crisis pandémicas que derivan en confinamientos, sabedores de conflictos alejados -porque también los sigue habiendo en muchos puntos del planeta- y sabedores de guerras que se nos ciernen rezumando crisis por descubrir.
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"Juntos sin fronteras" sirvió de obsequio. Qué menos. Con lectores especiales los remilgos tienden a desaparecer. Además, me gusta que gente con mentalidad abierta se inmiscuya en relatos que van a contracorriente y huyen despavoridamente de los dictados de un mercado editorial que, en fin...
Y es que resta decir que "Juntos sin fronteras" se inmiscuye en ese tipo de historias que nos dicen que, pese a los conflictos, las crisis y una depauperación tan inquietante como inminente, un mundo mejor es posible.
De momento, yo sigo en esos empeños.
Gracias Sarai, lectora protagonista número 14.000
6202700
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