Pedro con "agua" y, de obsequio, la Trilogía "Soy un gusano" |
De hecho me lo ha querido dejar bien claro desde un primer instante;
- Lo hago en digital- me ha dicho.
- Sí, la tendencia, sin duda es esa ahora mismo- he añadido casi condescendiente.
A pesar de ello, Pedro ha querido saber más de este tipo que se ha presentado en su puerta con un libro bajo el brazo.
Entonces le he explicado que lo hago así porque entiendo que cuando vamos a una librería casi siempre elegimos a autores consagrados y, los que queremos hacernos un hueco, lo tenemos algo más complicado. Le he comentado a continuación que llevo más de tres años promocionándome de esta manera por diferentes ciudades, que lo hago con mi cuarta y última obra "agua". Que intento, por supuesto, estar en todos los canales que se encuentran a mi alcance, pero el que más me surte efecto, de manera paradójica, es el entablar conversaciones con los propios lectores; quizá también-le he dicho- porque se elimina, o se hace más pequeña esa barrera que siempre existe entre lector y escritor.
A Pedro le ha llamado la atención la portada (con las cuatro letras de agua deshidratadas sobre un fondo nuboso) así como también el título de la novela.
Al final, tras saber más de ella, ha accedido y ha decidido adquirir el ejemplar número cinco mil.
Tan sólo por haber formulado aquellas palabras, Pedro se ha convertido en el día de hoy, en el lector-protagonista número 5000 de esta historia que, a lo largo de los años, os vengo contando.
Asimismo, he obsequiado a este nuevo lector con las demás obras que tengo editadas -qué menos-, es decir, la Trilogía: - "Soy un gusano", "Dos cabezas de alfiler" y "Consciencia". Luego de ello, Mª Luisa, su madre y hermana del escritor Pedro José Sáez Alfaro, nos ha hecho una foto para documentar la visita.
- Empiezo a leerlas esta tarde- me acuerdo que ha dicho Pedro.
Sin duda, un gran hito en esta promoción.
Al final, nos hemos despedido con un abrazo.
Hoy, a mi entender, es un día para celebrar.
Recuerdo los comienzos. Aquellos días en los cuales la incertidumbre, la inestabilidad y un devenir a todas luces oscuro, era lo que predominaba contundentemente. Me recuerdo encontrarme, más bien obligado a quedarme en un agujero tenebroso, en el cual todas las puertas estaban cerradas. Quizá aquel "gusano" fuera el que me dijera que había que tocar las puertas. Así lo hice y pude comprobar que algunas se abrían, ofreciendo algo más de luz a aquella situación tan deplorable.
Hoy la luz se hace cada vez más presente. Una sonrisa surge siempre en mi rostro y también en mis ojos cuando alguien me abre la puerta y no sólo me dice que lee, sino que quiere saber de mis libros.
Hoy son cinco mil puertas abiertas, cinco mil caras conocidas, cinco mil libros distribuidos y firmados de primera mano.
Hoy son cinco mil personas las que ofrecen luz a este habitáculo, las que han apoyado a este tipo que seguirá, sin duda, llamando a las puertas con algún que otro ejemplar de sus libros bajo el brazo. Deseoso de conocer a más lectores-protagonistas. Deseoso también de alejarse cada vez más de esa situación tan común y deleznable que nos ofrece a muchos este mercado laboral, todavía, fijaos bien, tras seis años, tan y tan deteriorado.
Hoy con más ganas que nunca de seguir rompiendo, eliminando, dejando atrás a todas esas barreras que nos ponen y nos ponemos nosotros mismos en la cabeza:
" ¿Quién te va a abrir la puerta? Ahora ya no se lee en papel..., con la crisis que está cayendo..., con la de robos que existen, ahora se bajan los libros gratis. La cultura está infravalorada. Si no estás en las librerías no haces nada, si no te promociona una gran editorial no tienes nada que hacer. Por mucho que te esfuerces, la gente no compra".
No, no, no, no y más "noes", miles de "noes encontrados en estos más de tres años. Miles y miles de puertas cerradas. Son tantos los límites que hay que traspasar...
Y sí, sólo una frase... SE PUEDE.
Hoy, desvisto mis pies para calzarlos de nuevo. Hoy, miro hacia atrás y me sonrío. Hoy, reflexiono, vuelvo la cabeza y oteo un horizonte límpido y nuevo, con más luz si cabe. Hoy, respiro hondamente, con el fin de caminar de nuevo con diferentes zapatos, tocar más puertas y encontrarme con próximos lectores-protagonistas.
Gracias Bilbao.
Gracias Álava.
Gracias Cantabria.
Gracias Navarra.
Gracias Burgos.
Gracias La Rioja.
Gracias Haro.
Gracias Pedro.
Un fuerte abrazo.
"Seguiremos intentándolo, aunque no nos apoyen..."
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