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Mostrando entradas de febrero, 2018

Música y literatura tras los umbrales

Una vez de hace algún tiempo, toqué un nuevo timbre en uno de los pasillos de uno de los pisos de cualquier edificio que estructuran la ciudad de Vitoria.  Pasaban los segundos y, en aquel silencioso pasillo, solo se escuchaban los rabiosos ladridos de un perro tras la puerta. Pero, ignorándolos de la manera más demencial, mi dedo quiso volver a tocar el timbre. ¿Quién lo sabía? quizá hubiera alguna persona en el interior. Quizá fuera un nuevo lector.  Antes de presionar oí una ruda voz que dijo lo siguiente: - Ni se te ocurra.  Mis oídos escucharon esas palabras, pero el índice, con su inercia, ejerció la presión para alterar el orden que marcaban los insistentes ladridos.  Nadie abrió. Nadie. Así pues, decidí salir de aquella planta para probar suerte en las inferiores, pero fue entonces, al alejarme varios metros, cuando se abrió la puerta. Un joven alto, melenudo y desaliñado, aferraba el collar de un pastor alemán, que continuaba con sus ladridos escandalosos. 

Últimos trueques literarios: Aitor Lizarazu y Lucía Pascual

"Mola en Bilbao. La escultura de la discordia" de Aitor Lizarazu Pérez Un frío día de esta semana en Vitoria, esta curiosa trayectoria me llevó a tocar un nuevo timbre y, para mi grata sorpresa, una vez de presentarme como escritor, el hombre que apareció tras la puerta me hizo saber que era un compañero de letras. Pero no quiero adelantar nada aún, porque Aitor Lizarazu lo explica a la perfección en un breve texto que compartió en las redes.  Es el que sigue: EL PODER DEL NO Esta mañana mientras trabajaba desde casa, el sonido del timbre me interrumpió. Reconozco que soy de esa clase de personas a las que no les gustan los timbrazos porque a menudo distraen y rompen un cierto "equilibrio". Se podría decir sin contemplaciones que me incordian. Para mi sorpresa, grata, la persona que se encontraba al otro lado era un hombre alto de parecida a la edad a la mía, que casi sin tiempo para que yo le dijera el tan usado "no me inter