Esto que me ha ocurrido en el día de hoy tenía que contarlo. Para mí se trata de un hito importante, interesante, alucinante, fascinante y a todas luces digno de tener una buena mención.
Hoy he hablado con Mertxe.
Para los que alguna vez habéis acudido a alguna de mis presentaciones, charlas o coloquios, quizá no os suene de nuevo, este nombre. O quizá lo hayáis olvidado. Quién sabe. El caso es que yo no lo he hecho, y creo que nunca lo haré.
Os cuento.
Allá por por octubre del año 2011, mi situación personal en cuanto a la economía se refiere, se iba a pique paulatinamente. Los dos años de desempleo iban concluyendo y tan sólo había encontrado algún que otro trabajo de tres meses, otro de un mes y otro de seis meses..., pero, en fin... nada llegaba a cuajar.
No obstante, quizá fuera ese gusano que muchos ya conocéis, el que me hablaba desde la cabeza y me mostraba imágenes en la pantalla del futuro. Lo hacía de manera tan límpida y tan clara que el pensamiento fue transformándose en creencia para metamorfosearse en absoluta convicción. ¿por qué no? una pregunta se hacía oír cada vez más y más fuerte.
En aquella época, de la Trilogía "Soy un gusano" tenía editados los dos primeros volúmenes. Esto es, "Soy un gusano" y "Dos cabezas de alfiler". En marzo del año siguiente editaría "Consciencia" y la concluiría. De todas formas, la prestación por desempleo se vería diezmada a un subsidio escaso que para nada ofrecía unas maneras dignas de realizarse en la vida. Por lo tanto, decidí, con cada una y todas de sus seis letras - lo pongo en mayúsculas: D E C I D Í- obviar a un mercado laboral deteriorado y lanzarme a la búsqueda de lectores de mis novelas.
Hoy todos sabéis que lo hago, de puerta en puerta, por las diferentes provincias limítrofes a La Rioja.
En octubre de 2011, cargué mi maleta con diez ejemplares de mi primera novela y me acerqué a la localidad alavesa, cercana a Miranda de Ebro, Rivabellosa.
Entonces comencé a tocar timbres y presentarme como autor de la novela "Soy un gusano"
- Hola, soy Sergio, un escritor que está promocionándo la primera de sus novelas y busco a gente que le interese la lectura.
Imagináos.
- No. No tengo tiempo; no, no leo nada; no me interesa... no, no, no y más "noes".
Pasaban los minutos. Quiero recordar que no fueron más de treinta minutos de los de reloj, cuando (aún lo recuerdo con nitidez) me acerqué a un adosado y tras su cancela, se hallaba un hombre limpiando el coche.
Me presenté.
- Yo no leo- me dijo- pero mi mujer sí que lo hace. ¿De qué va el libro? ¿Cuánto sale?
Fue entonces cuando me vi dedicando el primer volumen de la primera de mis novelas puerta por puerta. Ese ejemplar (aún lo tengo labrado a golpe de cincel en la pantalla del pasado), se lo dediqué a Mertxe.
Se había roto el hielo. En aquella mañana, recuerdo, distribuí cuatro ejemplares en tres horas.
Ni que decir tiene que ya poco importaban los "noes".
Pues bien, hoy he vuelto a Rivabellosa. Tengo que decir que estaba emocionado por saber cómo me iría en la localidad después de ya casi tres años. Hoy me promocionaría con mi cuarta y última novela "agua".
Ha sido la tercera persona que me ha abierto la puerta, gracias a ser lectora, la que se ha interesado por mi proceder. Ella se llama Ana, y tras una buena charla y después de adquirir el libro, me ha comentado que, el volumen, llegará a Sevilla, de dónde ella es natural. Gracias Ana.
Entonces, prosiguiendo con mi habitual promoción, me he acercado a las callejuelas de adosados en las cuales comencé con este peculiar periplo que os comento. A ciencia cierta, no estaba seguro de cual sería la vivienda de mi primera lectora, Mertxe.
Tras hablar con algunos vecinos, me he percatado de que algunos ya eran sabedores de que, en su día, un escritor iba llamando a las puertas para promocionarse. Eso ha logrado que se formara una sonrisa en mi rostro.
Con todo, la intuición me decía que ese timbre al que me iba acercando y que iba a tocar, era especial.
Unos instantes después de la llamada ha aparecido una mujer tras la valla y detrás de la puerta, que se hallaba a unos metros de ésta.
- Sí ¿Quién es?- ha preguntado.
- Hola, soy Sergio, un escritor que..., ... y estoy buscando a gente que le interese la lectura.
- Sí que leemos- me ha contestado - pero ahora no tengo tiempo. Haciendo un ademán de cerrar la puerta, la mujer se lo ha pensado mejor y, de seguido, me ha vuelto a preguntar- ¿De qué va la novela?
Cuando esto sucede, sé por experiencia que al menos me van a escuchar.
Yo intuía, a todas luces, que se trataba de Mertxe. Ella me lo ha confirmado al decirme que hacía tiempo un escritor vino a su casa promocionándose de la misma manera.
Le he aclarado que era yo, que hablé, aquel día, con su marido. Ella, sin más miramientos se ha introducido en su casa y después de un rato ha aparecido con la primera de mis novelas. ¡Se trataba del ejemplar Nº 1 de mi promoción!
- Te compro ésta- ha dicho a continuación.
- Mertxe- le he dicho- tengo que hacerte una foto con los libros.
Nº 1 "Soy un gusano" - Nº 4656 "agua" |
La novela número 1 "Soy un gusano" y la número 4656 "agua".
Por todo ello estoy contento. Quizá satisfecho por volver a encontrarme con lectores anteriores y saber de sus impresiones. Satisfecho también porque cada día que va pasando me doy cuenta que encuentro a más gente que valora el esfuerzo que supone promocionarse uno mismo puerta a puerta. Satisfecho porque en su día, octubre 2011, distribuí cuatro ejemplares de "Soy un gusano" en tres horas y hoy, en el mismo tiempo, he conocido a nueve lectores de mi última novela "agua".
Es probable que para Mertxe, o quizá para la mayoría, todo esta experiencia no sea tan relevante como para tenerla en cuenta. Sin embargo, para mí sí que lo es y mucho. Lo quiero ver como si de un ciclo se tratase. Un ciclo que se ha cerrado. Casi tres años de búsqueda incesante de lectores. Me voy acercando a los cinco mil ejemplares distribuidos de mis novelas. El ciclo se ha cerrado.
Hoy trasciendo. Hoy empiezo de nuevo. Con más ganas. Con más fuerzas quizás. Abierto a más reportajes, a más entrevistas, a más presentaciones, a más lectores... Hoy ese ciclo se ha convertido en un alto escalón. En él yo ya me he subido. Desde aquí oteo un horizonte que se muestra completamente diferente al que observé hace ya casi tres años. Los "noes" se encuentran ahí, sí, ahí mismo, bajo mis pies. Son también ellos, los que, apelmazados con las suelas de mis zapatos, me alzan quizás un poco más alto. Ahora lo veo aún más claro.
La crisis sigue incidiendo con fuerza, por mucho que digan lo contrario. Hoy me he olvidado de ella porque quiero seguir disfrutando de nuevas charlas, siempre y muchas de las veces, "al abrigaño de una jamba".
Gracias por el apoyo a los nueve lectores de hoy de la localidad de Rivabellosa y, de modo especial, a Mertxe, por todo lo contado.
"Si tú no trabajas por tus sueños, alguien te contratará
para que trabajes por los suyos"
Steve Jobs
Comentarios
Publicar un comentario