Fachada del edificio Paternina en "La Plaza de la Paz" donde se ubica la Biblioteca de Haro |
Hasta ahí todo sería normal pero, esta mañana a eso de las once, me encontraba hurgando en uno de los pasillos entre las estanterías, cuando se me ha acercado una señora entrada en años, bien dispuesta y completamente entrañable.
- Joven- me ha dicho- ¿Qué lectura me recomienda?
Tengo que decir que nunca me hubiera esperado esa salida por parte de aquella mujer. Se supone que uno va a la biblioteca a hojear con las manos nuevos relatos y husmear entre los cientos de ejemplares que se encuentran en los diversos anaqueles. A lo sumo, puedes solicitar ayuda a algún bibliotecario que ronde la sala. Sin embargo, la señora insistía y eso me ha cautivado.
- Algún libro entretenido, así como para distraerme.
La verdad es que ante tal prerrogativa, mi cabeza se ha puesto a divagar para ofrecer alguna historia de las que nos rodeaban y que pudiera satisfacer a la buena mujer. Pero, al momento, una luz ha iluminado mi cerebro.
Conociendo de primera mano el lugar aproximado de la estantería en el cual se encuentran mis libros, me he acercado hasta ellos para coger tres títulos:
- Soy un gusano
- Dos cabezas de alfiler
- Consciencia.
Entrada de la Biblioteca de Haro. |
- Mire señora estos son algunos de los libros que he escrito yo- le he expuesto.
Naty, que así me ha comentado que se llamaba, se ha quedado sorprendida por el hallazgo.
Inmediatamente se ha interesado por el primer volumen y me ha insistido en que le explicara a groso modo de qué iba el argumento de la Trilogía.
Ni corto ni perezoso lo he hecho con notable entusiasmo.
Así pues, un día cualquiera alejado de mi promoción puerta a puerta, me ha encantado poder volver a explicar a una completa desconocida el relato de mis primeras obras.
Y esta vez, curiosamente, no me presentaba yo como autor. Más bien, he querido aprovechar aquella buena oportunidad que se me presentaba.
La charla se iba alargando y, entonces, mi pareja Ainara, se ha levantado para elegir algún libro más y, tras escucharnos, ha decidido unirse a la conversación. Ha sido ahí cuando, a Naty, le hemos comentado que mi labor en estos últimos años, es y ha sido el promocionarme por diferentes ciudades, con los libros bajo el brazo, presentándome ante la gente en busca de nuevos lectores.
Luego de ello, la mujer, como si nos conociéramos de toda la vida, nos ha hablado de diferentes temas relacionados con su vida, familiares, periodistas conocidos, anécdotas de diversa índole, etc.
En un momento, incluso la bibliotecaria se ha acercado hasta nosotros para llamarnos la atención.
Naty, de pronto ha bajado la voz, pero ha proseguido con su historia.
No sé, nos ha encantado conocer a una jarrera tan entrañable, dispuesta a entablar conversación con un auténtico desconocido para solicitar una buena lectura.
- Te voy a dar una tarjeta, para que tengas mi mail- ha dicho Naty en una de éstas.
A su edad, me ha parecido sorprendente que tuviera correo electrónico, que hiciera uso de él, e incluso que ofreciera a la gente sus tarjetas de visita.
- No lo uso mucho- ha continuado- a veces también juego a las cartas en la pantalla, así como para distraerme- recuerdo que ha dicho risueña- cuando pierdo me digo: "Naty, estás distraída" así que vuelvo a empezar y no paro hasta ganar.
Nos hemos reído con la mujer. Incluso le hemos ofrecido, a modo de intercambio, una de nuestras tarjetas, con el fin de mantener el contacto.
Esta anécdota que me ha ocurrido en el día de hoy a la mañana en la biblioteca, me ha resultado tan curiosa que al llegar a casa, no he hecho más que enviarle por correo electrónico, el enlace a mi blog (así habíamos quedado) y escribir esta interesante anécdota que me ha sucedido gracias a todo esto del inmiscuirme en el mundo del libro como narrador.
Resulta curioso observar que las oportunidades están siempre a nuestro alcance. Hoy, Naty se ha puesto en contacto conmigo para solicitarme una buena lectura, y no he dudado en recomendarle la primera parte de la Trilogía "Soy un gusano".
Ella no lo ha dudado tampoco. Tras la conversación, se ha aproximado hasta el mostrador para adquirir el libro.
Espero que lo disfrutes.
Un fuerte abrazo Naty.
Soy de los que piensan que aquel que no sabe, debe preguntar. Aquel que quiere, debe pedir, y quién tiene todas las puertas cerradas, no tiene más que ponerse a llamar.
Naty, esta mujer con larga experiencia en la vida, no me lo ha dicho esta mañana. No obstante, sé, porque así me lo ha demostrado, que está de acuerdo con las líneas anteriores.
El camino sigue estando repleto de obstáculos.
No importa.
Seguiremos intentándolo, aunque no nos apoyen.
Cueste lo que cueste, pase lo que pase y pese a quién le quiera pesar.
"Nos encontramos constantemente ante grandes oportunidades
brillantemente disfrazadas de situaciones
imposibles".
Charles R. Swindoll
Comentarios
Publicar un comentario