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Lector protagonista número 12.000

Con Chema, lector número 12.000 
 "¿Y por qué no?" y "La criadora"
Con pequeños pasos, pero firmes y constantes deambulaba el martes de esta semana por la localidad de Miranda de Ebro, a eso de las últimas horas de la tarde con la intención de poner cara al lector número 12.000 de esta  historia. 

Recuerdo que fue un día de calor intenso, caracterizado por un bochorno pegajoso y cargado de numerosas negativas que se sumaban a ese mar por el que tiendo a navegar.

Así pues, siempre con la intención de dar a conocer mis obras continuaba tocando puertas, recibiendo "noes", repartiendo tarjetas que hacían referencia a este blog, exponiendo mis intenciones, eludiendo malos gestos, caras despectivas y comentarios que poco tienen que ver con lo que busco, para toparme con algún que otro lector más. Todo ello tras haber conocido hacía pocos minutos a la lectora número 11.999.
Y es que era la siguiente. La siguiente puerta que se abriera. La siguiente persona que se presentara con mentalidad abierta, la que tomaría forma de ese lector especial. La siguiente.

Abordado por esa inquietud creciente, conseguí entrar en un nuevo portal y pulsé el botón del ascensor. Éste, al abrirse me ofreció a una pareja que venía cargada con las bolsas del súper. Saludos formales y un silencio que quise romper presentándome como autor que da a conocer sus obras personalmente. La consabida negativa preliminar y ofrecimiento de cartulina impresa.

No obstante, antes de salir y de despedirnos, el hombre pronuncia las palabras mágicas:
-y... ¿de qué va el libro?


Sonrío esperanzado. Salimos al rellano. Las bolsas se recogen. El hombre me atiende y su rostro se va configurando como lector interesado. 

Chema, que así se llama él, hojea el libro con sus manos. Su interés comienza a crecer hasta que las palabras mágicas siguen brotando para concluir y  configurarse como el lector protagonista número 12.000. 

Él se interesó por mi obra de no ficción "¿Y por qué no?" Sin embargo, por tratarse de un número especial y tal y como acostumbro a hacer, le obsequié, qué menos, con otra de mis obras:


De este modo, este escritor errante se ha encaramado a su último peldaño con la ilusión de otear nuevos horizontes. Entiendo que mis pasos siguen siendo pequeños, pero barnizados por la bonita e imperecedera fuerza de la tenacidad. Es tarde. Los rayos del sol cada vez más horizontales comienzan a dar paso a las luces de las farolas. No hace frío y comienzo a recordar, no solo las negativas que se han sumado al mar sobre el cual navego, sino también a los lectores del día de hoy. Hay uno entre todos ellos que me hace reflexionar. Él se llama Leandro. En esa ocasión no tuve que llamar a su puerta. Un cartón sobre la acera me hizo saber que era palentino y que andaba sin recursos. Y no era del todo cierto porque él leía. Leía sentado ante la puerta del supermercado. Lo hacía indiferente al paso de las personas que le miraban con indiferencia. 
Inmerso en un su lectura. Un libro viejo, de letra pequeña y arrebujado entre sus cuadradas manos acostumbradas a laborar bajo el sol. 
La casualidad hizo que el camino me llevara hasta un portal próximo a él. Con miradas esquivas observé su porte y, sabiendo que se trataba de un lector más, le pregunté por su nombre y él me regaló hasta sus apellidos.
Rúbrica:
"Gracias Leandro por formar parte de esta historia"  

Había conocido a un lector más; de esos que vale la pena conocer. De esos que te miran con una desgastada sonrisa de agradecimiento y te dicen con brillantes ojos que sí. Que va a leer "¿Y por qué no?"

Sumido en esos pensamientos llego a casa, abro el correo y me encuentro con un mail de Itxaso, una profesora que había conocido hacía unas horas. Una lectora más. Su mensaje concluye con las siguientes palabras:


[...]Te diré que, nada más hacerme con el libro, le eché un ojo. 
Y acto seguido me puse a leer una de tus anécdotas. Me está gustando!! Es fresco y ameno. 
Y me ayuda a salir de mi mundo de lecturas educativas. 

Te deseo Energía, para seguir el camino que andas y que no pierdas la Ilusión por tus proyectos. Sigue haciendo lo que haces y GRACIAS POR DARTE A CONOCER!!

Saludos.


Una nueva sonrisa se modela en mi rostro.
Doce mil. Doce mil. Doce mil...  Gracias Chema. Un abrazo.

Gracias Leandro.

Gracias Itxaso por esas nuevas energías que sirven para seguir forjando 
un sueño del que pronto os iré contando más...





"Cuando entendí que lo único que me voy a llevar es lo que he vivido,
empecé a vivir lo que me quiero llevar"




6202700



Comentarios

  1. Gracias por haber aparecido por la puerta del ascensor como una suave brisa. Algo en mi interior me dijo que te escuchara, y la conversación comenzó con el deambular de las bolsas de la compra y terminó buscando el mejor lugar para que saliésemos guapos en la foto

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  2. Gracias Chema. Un honor coincidir aquel día. Abrazos;)

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