La mañana del sábado en Villoslada aconteció entrañable por varios motivos. Uno de ellos fue el maravilloso día de mediados de agosto que nació en la sierra camerana. Otro, la buena acogida por parte de los miembros de la Sociedad Cultural Recreativa "Casino de la Paz". Ellos no dudaron un momento en ayudarnos a montar el taller de ilustración referido a los títulos "La Rioja y sus pueblos entre cuentos" que se estableció junto al mercado que se celebra semanalmente en la localidad.
Tras plasmar en el papel las historias nacidas de las más excelsas imaginaciones por parte de los pequeños ilustradores y entablar alguna que otra conversación con algún lector, en la charla se habló de literatura, de cercanía, de la importancia de las relaciones de tú a tú y, sobre todo, se hizo hincapié en que en la vida, las cosas que conforman nuestra rutina, como puede ser tomarte una cerveza en cualquier terraza de bar, pueden camuflar eventos, ocasiones, experiencias tildadas como mínimo de interesantes. Un lujo de público.
Desde aquí agradecemos a la Sociedad por su predisposición, degustación de vino y productos cameranos y constatamos que es un honor encontrar a gente dispuesta a abrir de par en par las puertas a la literatura y a la cultura local. Y por supuesto a Roberto, como coordinador, por su gran apoyo y deseamos una pronta recuperación tras ese pequeño accidente que le ha obligado a recluirse durante varias jornadas.
Un fortísimo abrazo.
Y al día siguiente y dejando un lado nuestra #rutaporlarioja, Literaria Kalean llegó un año más a Ventosa. Como ya sabéis, Ventosa es conocida por sus tratos comerciales, aunque en esta ocasión no hubo mercado por todo esto de la pandemia. Pero no había problema porque la resiliencia volvió a lucir en las gentes del consistorio y se desbordó en el común de sus habitantes tan sabedores de esa profesión de tratantes. Este año, la jornada fue denominada "Arte y Trato en el Camino".
Hubo menos puestos, sí. También menos visitantes, más distancia, geles hidroalcohólicos y mascarillas, muchas, como en cada localidad que visitamos. Aun así, el espléndido día de agosto no quedó deslucido gracias a los puestos gastronómicos, de arte y artesanía, a los talleres de cerámica, piedra, forja, pintura en piedra y, como no... ilustración y literatura.
Nuevas obras de arte, y nuevos lectores que no solo conocen La Rioja por caminarla, sino que también la leerán y quizá... quién lo sabe. Puede que en las próximas semanas sean agraciados por poseer uno de los boletos obtenidos en cualquiera de las localidades de este verano en #larutaporlarioja, de la mano de Globos Arcoiris.
Pero para los que aún no tengáis ningún libro con su correspondiente boleto, no hay problema. Habrá nuevas oportunidades. La siguiente sin ir más lejos, mañana martes en... ¡La Cuna del Castellano!
Quedáis invitados.
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